Siegel y Del Pino y el fundador de Volotea mantienen el plan de salir a Bolsa con los 200 millones de Sepi
Los principales accionistas de Volotea mantienen los planes de desinversión vía salida a Bolsa de la aerolínea, tras recibir 200 millones de euros de ayuda de la Sepi.
Carlos Muñoz y Lázaro Ros, los socios que a principios de siglo fundaron la aerolínea de bajo coste Vueling, controlan el 50,05% del capital de Volotea a través de una sociedad radicada en Luxemburgo, Alaeo.
El presidente y primer accionista de Ferrovial, Rafael del Pino, una de las mayores fortunas españolas, posee el 5,3% de Volotea, a través de su sociedad patrimonial Rijn Capital, domiciliada en Holanda.
El segundo mayor accionista de la aerolínea española es el empresario estadounidense David Siegel, el mismo que en 2012 protagonizó una serie documental, The Queen of Versailles, sobre la construcción de su casa en Florida, inspirada en el Palacio de Versalles. Siegel posee el 28,84% de Volotea mediante la sociedad londinense Volar Bidco.
La Sepi accedió este verano a la solicitud de rescate de la aerolínea española, que en 2017 trasladó su domicilio social de Barcelona a Asturias por el pulso independentista. La crisis sanitaria ha impacto en las cuentas de Volotea hasta el punto de cuestionar su viabilidad, habiendo registrado en 2020 y 2021 pérdidas de 200 millones de euros (122 millones en 2020 y 78 millones en 2021), como ha publicado OKDIARIO.
La inyección de los 200 millones de euros de dinero público y la evolución del negocio en 2022 hacen confiar ahora a los dueños de Volotea en cerrar el actual ejercicio con las cuentas saneadas, y poder recuperar sus inversiones en una próxima salida a Bolsa de la compañía.
La aerolínea indica en las cuentas cerradas el pasado 31 de diciembre que, en junio de 2018, se puso a disposición de empleados «un plan de pagos basados en instrumentos de patrimonio», con un plan de devengo del plan de retribución «de cuatro años y medio». Dicho periodo, que finalizaría a finales de este año, «resulta ser la mejor estimación de la dirección teniendo en cuenta el periodo de permanencia de los empleados y una potencial operación de venta de la empresa».
Fuentes de la compañía consultadas por este diario consideran que la salida a Bolsa del grupo «sigue siendo una vía razonable para cumplir con los planes de desinversión de los accionistas», y apuntan que la concesión de los 200 millones de euros por parte del Estado «no dificulta la operación, todo lo contrario, puede agilizar el periodo de devolución previsto de la ayuda a la Sepi». La aerolínea prevé presentar próximamente cifras récord de ocupación y de vuelos ofertados este «verano histórico».
Volotea cerró el pasado ejercicio con un incremento del pasivo considerable, pasando de 625 millones a 826,4 millones. La compañía recibió en julio de 2020 un préstamo sindicado de 144,6 millones, con la participación del ICO. «El préstamo participativo aportado por los socios, así como los 15 millones de los 200 millones de euros aportados por el Fondo de Solvencia, serán reintegrados en cuanto los resultados de la Sociedad Dominante en próximos ejercicios permitan mantener el equilibrio patrimonial sin estos importes (…)», explica el grupo en sus últimas cuentas.