Reestructuración bancaria

El Gobierno trata de salvar su imagen pidiendo a Caixabank-Bankia que suavice el ERE todo lo posible

Por la mala imagen que darían muchos miles de despidos en un banco con capital público

También pretende evitar que se abuse de las prejubilaciones en contra de las directrices de Escrivá

El Gobierno trata de salvar su imagen con el ERE de CaixaBank-Bankia.
El Gobierno trata de salvar su imagen con el ERE de CaixaBank-Bankia.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La dirección de la nueva CaixaBank tras la absorción de Bankia se reúne este martes por primera vez con los representantes sindicales para plantear la líneas generales del ERE que va a acometer, presumiblemente el mayor de la historia de la banca en España: se barajan entre 7.000 y 10.000 salidas. Precisamente por eso, el Gobierno quiere rebajarlo todo lo posible, ante la mala imagen que daría esta enorme cantidad de despidos en la situación económica actual, y más aún en una entidad con capital público.

Distintas fuentes confirman que desde el Ministerio de Asuntos Económicos -del que depende el FROB, el fondo público de rescate accionista de la nueva CaixaBank- se ha «hablado» con la entidad para intentar moderar el impacto mediático de este ERE (Expediente de Regulación de Empleo). Y para ello, ha pedido a los gestores de la entidad, encabezados por José Ignacio GoirigolzarriGonzalo Gortázar, que lo limiten al mínimo imprescindible de momento, aunque eso implique nuevas salidas en los próximos años.

«Primero, se trata de un banco con grandes beneficios en 2020, aunque fueran menores que en 2019. Pero no está en pérdidas. Y el Gobierno siempre ha visto con malos ojos los despidos en las empresas rentables», según una de las fuentes consultadas. «Segundo, se vería muy mal que una empresa con el Estado como accionista [el FROB posee el 16% del capital] acometa esa cantidad de despidos».

En tercer lugar,  estamos en la situación en la que estamos, con un paro disparado y todavía más de 700.000 personas en ERTE; con este panorama, lo que menos quiere el Gobierno es un proceso en el que vayan otras 10.000 personas al paro de golpe, según otra fuente. Finalmente, lo habitual en las reducciones de plantilla de la banca es que gran parte de las salidas se hagan mediante prejubilaciones… justo cuando el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quiere acabar con esta figura. De hecho, este lunes anunció que pretende reducir las pensiones de los que se retiren anticipadamente.

Hace falta un ajuste muy importante para que salgan las cuentas

Ahora bien, este planteamiento del Ejecutivo choca con el principal motivo de la fusión: las sinergias, es decir, la reducción de costes. Así lo reconoció el propio expresidente del FROB, Jaime Ponce, en el Congreso: «Esta operación es una operación de sinergias, es una operación de reestructuración, de ajuste; decir lo contrario sería llevar a una confusión innecesaria».

Y las sinergias se consiguen con el cierre de oficinas y, por encima de todo, con la reducción de personal. «Las cifras que respaldan el plan de negocio son de un ajuste muy importante; si no lo acometen, no salen los números», señala otra de las fuentes.

Por tanto, Goirigolzarri y Gortázar deben hilar muy fino para buscar el equilibrio entre las necesidades de su plan de negocio y la necesidad de no provocar un terremoto mediático con un ERE enorme. La solución se empezará a conocer hoy.

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