Fondos como Apollo o Brigade vuelven a usar los productos financieros que provocaron la crisis de 2008
Los gigantes del crédito privado lanzan fondos de bonos empaquetados a un paso récord, y podrían formar un 25% del crédito privado en 2027, según BofA

Algunos de los mayores gestores de fondos de Wall Street, como Apollo, Blackstone, Carylye y otros jugadores como Brigade Capital, están rastreando Europa en busca de nuevo negocio. Y están intentando recuperar un producto de deuda con mala fama: las obligaciones de préstamos garantizados (CLOs, por sus siglas en inglés), uno de los productos que protagonizaron la crisis financiera de 2008.
Los CLOs son una clase de deuda de alto riesgo, que a veces se confunde con su primo infame, obligaciones de deuda garantizada (CDO, por sus siglas), los instrumentos que desataron la crisis de las hipotecas subprime. Es cierto que ambos convivieron durante la crisis de 2008, y que contribuyeron a ahondarla en buena medida cuando todo comenzó a venderse.
En pocas palabras, estos complicados instrumentos financieros agrupan deuda corporativa que las agencias de calificación crediticia suelen considerar basura o sin grado de inversión. Reúnen diferentes préstamos de un puñado de empresas con distintos niveles de riesgo y, en los años previos al colapso de Lehman Brothers y la posterior crisis financiera, solían ser comercializados por los grandes bancos. Ahora, estos productos los ofrecen gigantes del crédito privado, que están superando a los bancos y lanzando estos fondos de alto riesgo a un ritmo récord.
Los fondos de cobertura (hedge funds, en la jerga financiera en inglés) han tenido una reputación dañada en el Viejo Continente que recuerda a los días de la Gran Recesión. Ahora, han vuelto a aterrizar (Apollo, o Blackstone en Brigade) en el continente y están vendiendo estos instrumentos de deuda de alto riesgo a una velocidad récord en ambos puntos del Atlántico.
«Es en momentos en los que los mercados son caros cuando los fondos de cobertura son más importantes y proporcionan esa protección frente a las caídas en caso de que las cosas no salgan como se esperaba», ha explicado Doug Pardon, gestor de carteras de Brigade Capital, un fondo de cobertura que gestiona casi 30.000 millones de activos desde 2006. «Intentamos ser conservadores cuando mucha gente piensa que los fondos de cobertura son muy agresivos», ha explicado. La firma ha dado el salto a Europa tras aliarse con la gestora francesa Union Bancaire Privée (UPB) para ofrecer productos alternativos.
«Un fondo de cobertura, si se gestiona correctamente, en la última instancia salva a una persona de sí misma, ya que no tiene que tomar la decisión de retirarse cuando el mercado va mal», ha incidido el gestor. «Creo que los fondos de cobertura son buenos para soportar estos mercados que no son aptos para los débiles de corazón». Pardon, como muchos gestores de activos de Wall Street, está intentando encontrar un nuevo punto de apoyo en los mercados de deuda europeos.
El boom de estos tipos de productos es tan notable, que los analistas de Bank of America (BofA), anticipan que los CLOs pasarán a formar un cuarto del mercado global de crédito privado en los próximos dos años. El mercado de deuda de alto riesgo de crédito privado ya representa cerca de 150.000 millones de dólares (128.000 millones de euros) a escala global.
Y no solo es una tendencia entre los grandes fondos de Wall Street, sino que ya ha empezado a arrasar en Europa: Renta 4 lanzó este mes un fondo de crédito alternativo que pretende comercializar estos CLOs. Otro ejemplo es la gestora Arcano Partners, firma que colocó una emisión de CLOs valorados en 435 millones en marzo. Invesco, por su parte, lanzó dos de estos fondos de grado AAA+ (rating de inversión) en febrero.