Mikhail Fridman

El dueño de DIA abre la batalla legal de los ricos rusos contra Bruselas por las sanciones por Ucrania

DIA ricos rusos
Mikhail Fridman, dueño de Supermercados DIA
Carlos Ribagorda

Mikhail Fridman, uno de los principales inversores rusos en España, dueño actualmente de Supermercados DIA, y su socio en el fondo inversor LetterOne, Petr Aven, han abierto la batalla legal contra Bruselas por las sanciones impuestas al puñado de ricos que apoyan o se han beneficiado del régimen de Vladimir Putin, presidente de la Federación de Rusia, tras la invasión de Ucrania. Fridman, afincado en Londres, dueño también del banco Alfa Bank, ha anunciado en un comunicado este lunes que impugnará las sanciones al considerarlas «injustas» y basadas en «falsedades malintencionadas y deliberadas». Los dos han dimitido del consejo de LetterOne, fondo que controla DIA en España.

Fridman, que hace unos días -antes de las sanciones- emitió otro comunicado en el que recordaba que había nacido en Ucrania y señalaba que la guerra no es la solución de nada, ha negado cualquier vínculo con el presidente ruso. «Son falsedades malintencionadas y deliberadas, pura y simplemente, el producto de fantasías históricas y teorías de conspiración ideadas por individuos privados con sus propias agendas», señalan en el comunicado.

La Unión Europea aprobó este domingo sanciones contra un puñado de oligarcas rusos que no estaban incluidos en la lista aprobada días antes por Estados Unidos. Entre los nombres de la lista se encuentran Fridman y Aven, que se han unido a una lista anterior de Bruselas que incluía militares, presentadores de televisión y altos cargos de Gobierno ruso. Sobre Fridman, el documento aseguraba que «ha cultivado fuertes lazos con la Administración de Vladímir Putin y ha sido uno de los financieros de referencia en el círculo estrecho de Putin», según adelantó El País.

Fridman niega esas relaciones ni haberse lucrado con Putin, por lo que se abre ahora una batalla jurídica que no se sabe cómo va a acabar. Los dos inversores se describen como «inversores a largo plazo, comprometidos con empresas europeas que emplean a decenas de miles de personas en Reino Unido y la Unión Europea» y que «siempre han sido totalmente transparentes con sus negocios y riquezas».

Cotilleos sin pruebas

Ambos inversores destacan que las sanciones, basadas en «cotilleos maliciosos y sin pruebas», no tendrán impacto en las acciones de Rusia en Ucrania porque ambos aseguran que «no tienen ninguna relación financiera o política con el presidente Putin o el Kremlin».

Fridman, el magnate asegura que es falso que haya cultivado «fuertes lazos» con la administración del presidente ruso, que se le haya calificado de «alto financiero ruso y facilitador del círculo íntimo de Putin» y que «logró adquirir activos estatales a través de conexiones gubernamentales».

Además, el dueño de DIA niega que la hija mayor de Putin dirigiera un proyecto de caridad que fue financiado por Alfa Bank y que el presidente ruso recompensó la lealtad de Alfa Group a las autoridades rusas proporcionando ayuda política a los planes de inversión en el extranjero de la sociedad.

Además, afirma que es falso que tanto él como Aven hayan participado en los esfuerzos del Kremlin para levantar las sanciones occidentales emitidas con el fin de contrarrestar la política agresiva rusa contra Ucrania y que fueron emisarios no oficiales del gobierno ruso.

Comunicado completo

Este es el comunicado completo de los inversores:

Mikhail Fridman y Petr Aven están profundamente decepcionados por haber sido incluidos en el Reglamento de Ejecución del Consejo (UE) 2022/336 de 28 de febrero de 2022 (el «Reglamento») y están profundamente conmocionados por las alegaciones manifiestamente falsas que se hacen en el Reglamento de la UE que pretenden justificar la base sobre la que han sido sancionados.

El Sr. Fridman y el Sr. Aven impugnarán la base espuria e infundada para la imposición de estas sanciones – enérgicamente y a través de todos los medios disponibles para ello – para revertir el daño injustificado e innecesario al medio de vida y a la prosperidad de sus muchos empleados, clientes, socios y partes interesadas y a las empresas que ellos y sus socios han construido en los últimos 25 años.

Casi todas las «razones» expuestas en las líneas 674 y 675 del Reglamento son falsas. En concreto:

  • En lo que respecta al Sr. Aven, es falso afirmar que (1) «ayudó a Vladimir Putin……..con respecto a la investigación de la Comisión Sal’ye»; (2) es «conocido por ser un amigo personal especialmente cercano» del Sr. Sechin; (3) la hija mayor de Vladimir Putin dirigió un proyecto de caridad que fue financiado por Alfa Bank; (4) el Sr. Aven se benefició de sus conexiones gubernamentales; (5) el Sr. Aven escribió una carta al Sr. Putin quejándose de la decisión del Tribunal de Arbitraje de Moscú en un caso legal relativo a los intereses de uno de los negocios del Sr. Aven y que Vladimir Putin dio instrucciones al Fiscal General para que investigara el caso; (6) el Sr. Putin recompensó la lealtad del Grupo Alfa a las autoridades rusas proporcionando ayuda política a los planes de inversión en el extranjero del Grupo Alfa; (7) el Sr. Aven y el Sr. Fridman han participado en los esfuerzos del Kremlin para levantar las sanciones occidentales emitidas para contrarrestar la política agresiva rusa contra Ucrania; (8) el Sr. Aven cumplió con todas las instrucciones del Sr. Putin en relación con las sanciones; (9) el Sr. Aven y el Sr. Fridman fueron emisarios no oficiales del gobierno ruso; (10) el Sr. Aven «apoyó material o financieramente y se benefició de los responsables rusos de la anexión de Crimea y de la desestabilización de Ucrania, y/o que apoyó acciones o políticas que socavan o amenazan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania».
  • En lo que respecta al Sr. Fridman, es falso que (1) haya «cultivado fuertes lazos» con la administración de Vladimir Putin; (2) se le ha calificado de «alto financiador ruso y facilitador del círculo íntimo de Putin»; (3) «logró adquirir activos estatales a través de conexiones gubernamentales»; (4) la hija mayor de Vladimir Putin dirigió un proyecto de caridad que fue financiado por Alfa Bank; (5) el Sr. Putin recompensó la lealtad de Alfa Group a las autoridades rusas proporcionando ayuda política a los planes de inversión en el extranjero de Alfa Group; (6) el Sr. Fridman y el Sr. Aven han participado en los esfuerzos del Kremlin para levantar las sanciones occidentales emitidas para contrarrestar la política agresiva rusa contra Ucrania; (7) el Sr. Fridman y el Sr. Aven fueron emisarios no oficiales del gobierno ruso; (8) el Sr. Fridman «apoyó activamente material o financieramente y se benefició de los responsables rusos de la anexión de Crimea y la desestabilización de Ucrania, y/o que apoyó acciones o políticas que socavan o amenazan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania»

Se trata de falsedades malintencionadas y deliberadas, pura y simplemente, producto de fantasías históricas y teorías conspirativas ideadas por individuos particulares con su propia agenda. Es profundamente angustioso para el Sr. Fridman y el Sr. Aven que el Consejo de la UE las acepte y les haya impuesto sanciones sobre la base de alegaciones que incluso con la mínima diligencia se habría demostrado que son falsas. Lucharán contra esta injusticia con todo su empeño, por ellos mismos y por las decenas de miles de empleados del Reino Unido y de Europa que confían en ellos.

Mikhail Fridman y Petr Aven son inversores comprometidos a largo plazo en empresas europeas que emplean a decenas de miles de personas en el Reino Unido y en Europa, y siempre han sido totalmente transparentes en lo que respecta a sus operaciones y a su fuente de riqueza. Sancionarlos basándose en rumores malintencionados y desmentidos no tendrá ningún impacto en las acciones de Rusia en Ucrania, porque Petr y Mikhail no tienen ninguna relación financiera o política con el Presidente Putin o el Kremlin.

Lo último en Economía

Últimas noticias