El Corte Inglés sortea los escollos políticos para construir en Oporto su primer gran almacén en 9 años
El Corte Inglés invertirá "cientos de millones de euros" en un espacio en la capital del norte de Portugal en el que será su primer proyecto de gran envergadura desde la inauguración de El Corte Inglés de Córdoba en 2012.
En los terrenos de la antigua estación de tren de Boavista, junto al mismo casco histórico de Oporto, tiene planeado El Corte Inglés construir el que es su primer proyecto de gran envergadura en casi una década: un espacio con grandes almacenes, hotel y otros servicios en un terreno actualmente propiedad de la empresa pública Infraestruturas de Portugal y por el que ya ha pagado 18,7 millones de euros según la prensa local.
Este proyecto es de una gran novedad si se tiene en cuenta que El Corte Inglés no ha abierto grandes formatos comerciales como el gran almacén desde 2012, cuando inauguró el último gran centro en España, en la ciudad de Córdoba. Desde entonces, sí que han realizado algunas aperturas de otros conceptos como ‘outlets’ periféricos pero no un gran centro emblemático como el que se planea en Oporto.
El Corte Inglés está cerca de conseguir la luz verde administrativa y política para hacer una gran promoción en uno de los escasísimos terrenos libres que quedan en el centro de la dinámica capital del norte de Portugal. Un espacio donde prevé invertir «cientos de millones de euros», según dijo la empresa a la prensa lusa el pasado octubre, y para el que ha tenido que sortear no pocos escollos políticos y burocráticos.
La empresa de grandes almacenes mostró interés públicamente por realizar este proyecto en 2018, cuando se comunicó que había un preacuerdo con Infraestuturas de Portugal para adquirir este terreno en un barrio en el que a escasos metros también ha construido Mercadona uno de sus nuevos espacios en el área de Oporto.
Negociar el proyecto
En este tiempo, ha tenido que convencer a la Cámara Municipal de Oporto, un órgano colegial compuesto por representantes de todos los partidos que en 2019 rechazó el proyecto de la compañía madrileña y que finalmente ha aceptado que el plan vaya hacia adelante después de que El Corte Inglés haya hecho una «alteración profunda» de su proyecto urbanístico, concretamente «la desaparición del estacionamiento privado».
Notables problemas han venido con respecto al parking, ya que las autoridades se negaron a que hubiera mucho espacio para no fomentar el vehículo privado
La Cámara decía a El Corte Inglés que el nuevo centro se construiría en una zona muy bien provista de transporte público y que no era necesario fomentar el transporte privado. En efecto, el espacio constituye toda una ‘milla de oro’ de la ciudad, junto a la Casa de la Música y su estación de metro homónima, por la que pasan cinco líneas distintas que comunican el casco histórico con el aeropuerto o el área costera de Matosinhos.
Enrique Hidalgo, CEO de El Corte Inglés en Portugal, confirmó al diario ‘Jornal de Notícias’ que será «un espacio comercial organizado por departamentos y en formato vertical, diferente, por tanto, de un centro comercial o un hipermercado. Sin embargo, intentaremos adecuar el proyecto a la ciudad y al lugar específico donde se construirá y complementar la oferta que ya existe en Gaia».
Hidalgo, nombrado en marzo de 2020 y que ha sido director del centro de Preciados-Callao en Madrid desde 1989 hasta 2019, se refiere a que la compañía ya tiene un centro comercial tradicional en Oporto. Sin embargo, el riesgo de canibalización entre ambos proyectos es bajo. El otro espacio, que se inauguró en 2006, está ubicado en Vila Nova de Gaia, una de las localidades del área metropolitana de Oporto situada al sur, al otro lado del río Duero. Junto con estos dos centros -uno funcionando y otro en proyecto-, la compañía presidida por Marta Álvarez tiene un tercer centro en Lisboa, que abrió en 2001.
Además de la nueva tienda de El Corte Inglés, el proyecto incluye la construcción de un hotel, un edificio destinado a viviendas, comercio y servicios, según dijeron sus propios responsables a la opinión pública de la ciudad portuguesa.
Sin interés patrimonial
Para que todo salga adelante, las autoridades han tenido que descartar que la antigua estación de tren de Boavista tuviera algún tipo de interés patrimonial o cultural a preservar. Se realizó un levantamiento del patrimonio ferroviario existente y se trasladó al Museo de Transportes para permitir que el solar quede vacío.
Desde la Cámara de Comercio de Oporto, el diputado Rui Sá dijo sin embargo que «no parece que se vaya a construir una gran superficie, según el proyecto tal y como ha sido aprobado».
La izquierda lo critica
El partido de izquierdas portugués Bloco de Esquerda (BE) ha criticado por su parte que el acuerdo entre el Gobierno portugués, dueño de Infraestruturas de Portugal, y la empresa española ya parezca imposible de cambiar. Una asociación llamada ‘Movimiento por un jardin ferroviario en Boavista’ busca que se dé un uso diferente al espacio.
Este periódico se ha puesto en contacto con fuentes oficiales de El Corte Inglés que han querido rebajar las expectativas respecto a este proyecto, y han señalado que por el momento apenas se encuentra en en el estado de petición de información a las autoridades lusas, a pesar de que en Portugal ya se da por hecha su construcción.