Las aerolíneas de EEUU anuncian subidas de precios: ¿podría ocurrir en España?
Mientras se espera que en Estados Unidos los precios de los billetes de avión suban por la escalada del petróleo en medio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania -tal y como ha advertido Scott’s Cheap Flights, una empresa que rastrea vuelos económicos-, las aerolíneas que operan en España podrían adoptar una postura más cauta por temor a una caída de la demanda como consecuencia de la incertidumbre.
La guerra ya está teniendo un impacto directo con la subida del precio del combustible, que va a afectar a los vuelos, según dijo Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, ALA. El carburante supone entre el 25% y el 30% de los costes de las compañías aéreas, pese a que estas suelen protegerse con coberturas que pactan anualmente cuando lo compran a un precio fijo. Sin embargo, un porcentaje de ese gasto está sujeto al precio volátil del mercado.
«El incremento del precio del queroseno como resultado del conflicto es un motivo de preocupación», confirmó una portavoz de la aerolínea Brussels Airlines en comentarios a este diario, si bien aclaró que la compañía tiene coberturas frente las fluctuaciones de los precios del combustible.
Hay que contar con las desviaciones que sufrirán las rutas de algunas aerolíneas por el cierre del espacio aéreo ruso, por el que sobrevolaban muchas de ellas en sus trayectos hacia Asia, lo que supondrá un mayor gasto de combustible para los aparatos. Un portavoz de British Airways, del grupo IAG, en el que también está integrada la española Iberia, advirtió en un correo electrónico enviado a OKDIARIO de que «el cambio de ruta de algunos servicios podría llevar a unos tiempos de vuelo más largos». La aerolínea británica venía operando tres vuelos a la semana a Moscú, que han sido suspendidos tras las restricciones impuestas por el Gobierno ruso. Iberia no opera vuelos a Moscú desde 2019.
Por su parte, la aerolínea Finnair ya está evaluando rutas alternativas en algunos vuelos a Japón, Corea del Sur y China. «Hasta ahora hemos cancelado vuelos a esos destinos hasta el 6 de marzo de 2022 y hemos cancelado todos los vuelos a Rusia hasta el 28 de mayo de 2022», informó una portavoz de la compañía. «Seguimos operando a Bangkok, Phuket, Delhi y Singapur, evitando el espacio aéreo ruso. Seguiremos comunicando sobre más cancelaciones de nuestros vuelos a Japón, China y Corea del Sur a partir de finales de la próxima semana, una vez que finalicen los planes de redirección de rutas», agregó.
La guerra erosiona la confianza
Otro dilema que afronta el sector es el del deterioro de la confianza. Aunque el conflicto no va a tener un efecto muy grande en España dado que antes de la pandemia el tráfico aéreo entre Rusia y Ucrania con nuestro país apenas representaba el 1%, Gándara advirtió de que la confianza de los consumidores sí se va a resentir, ya que con el estallido de un conflicto bélico «se lo piensan dos veces antes de reservar» ante la inseguridad y la posibilidad de una desaceleración económica, por lo que prefieren ahorrar. «Es de esperar que, si el conflicto se extiende, tendrá efecto sobre la demanda de transporte aéreo y la tan ansiada recuperación», afirmó.
En definitiva, en esa coyuntura, tomar la decisión de aumentar el precio de los billetes para compensar el repunte del coste del combustible, que naturalmente estrecha los márgenes, podría ser contraproducente para atraer el apetito por viajar, mientras las aerolíneas aún se recuperan de la crisis del sector ocasionada por las restricciones a la movilidad impuestas durante la pandemia.
Sin embargo, durante un encuentro informativo en enero -cuando ya la amenaza del conflicto en Ucrania era patente-, el director general de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), Willie Walsh, pronosticó que el aumento de los precios del combustible podría provocar un alza de precios en los billetes de avión este año mientras las aerolíneas lidian con unos costes operativos más elevados.
Walsh advirtió de que los precios del carburante fueron «significativamente superiores» en las primeras semanas de 2022 respecto a su última previsión en octubre de 2021. El barril de crudo Brent cotizaba el martes en torno a los 107 dólares, mientras la guerra en Ucrania sigue azuzando el fantasma de una falta de suministro mundial. Rebasaba así el umbral de los 100 dólares por barril, a su nivel más alto desde el 2014, debido a que Rusia, un importante productor de esta materia prima, se enfrenta a un mayor aislamiento y daños económicos por las sanciones internacionales tras su invasión de Ucrania.