La promotora del partido de Miami no se fio de la palabra de Tebas y lo canceló para evitar un bochorno
Estos son los motivos que han llevado a Relevent a no fiarse de Javier Tebas ni la Liga para llevar el Villarreal-Barcelona a Miami
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La esperada cita entre el Villarreal y el Barcelona en el Hard Rock Stadium de Miami no se celebrará pese a los múltiples intentos fallidos de Javier Tebas y el motivo es Relevent Sports. La promotora del evento decidió suspender el encuentro tras considerar que no existían las garantías necesarias para organizar un partido oficial de la Liga fuera de España. La decisión, que sorprendió tanto a los clubes implicados como a la propia organización presidida por Tebas, se tomó ante la falta de claridad institucional y el creciente malestar de distintos organismos del fútbol europeo.
Todo comenzó a desmoronarse en la tarde del martes, precisamente entre el final del duelo del Barça y el arranque del partido del Villarreal en Champions League. Fue un poco antes cuando los promotores comunicaron por WhatsApp el retraso en la preventa de entradas. Lo que inicialmente se justificó como un fallo técnico, terminó siendo la antesala de una cancelación definitiva. Tres horas más tarde, medios estadounidenses informaban de que Relevent había transmitido oficialmente a la Liga de Tebas su decisión de posponer el evento por “la incertidumbre actual en España” y por considerar “irresponsable iniciar la venta de localidades sin que el encuentro estuviera confirmado”.
La Liga reaccionó con rapidez. A las 21:28 emitió un comunicado en el que confirmaba la cancelación del Villarreal–Barcelona en Miami, atribuyendo la decisión a la promotora. Desde la sede de Torrelaguna insistieron en que el proyecto “cumplía plenamente con la reglamentación federativa y no afectaba a la integridad de la competición”, aunque reconocieron las “circunstancias adversas” derivadas del contexto institucional. Sin embargo, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no había entregado aún al Consejo Superior de Deportes (CSD) la documentación solicitada, mientras que la UEFA mantenía un apoyo limitado y la CONCACAF ni siquiera había emitido opinión al respecto.
Para Relevent, la promotora detrás del intento, el escenario era insostenible. Fundada en 2013 por Stephen Ross, propietario de los Miami Dolphins, la empresa con sede en Nueva York se ha convertido en un actor global en la gestión de derechos deportivos. A través de su filial Relevent Football Partners, controla acuerdos con LaLiga North America, la Bundesliga, la EFL y, sobre todo, con la UEFA, con quien ha firmado un contrato histórico para gestionar los derechos mediáticos y de patrocinio de las competiciones de clubes entre 2027 y 2033. Su papel en el fútbol europeo será determinante, lo que explica la prudencia con la que manejó el conflicto español.
Un negocio minúsculo en España
El vínculo comercial de Relevent con la Liga de Tebas es mínimo comparado con el enorme negocio que mantiene con UEFA y la nueva European Football Clubs (EFC). Las presiones de ambas entidades, sumadas al ruido político y mediático en España, llevaron a la agencia a desconfiar de las promesas de Tebas y retirar su apoyo. Según el medio The Athletic, la empresa argumentó “falta de tiempo suficiente para ejecutar adecuadamente un evento de esta magnitud”, lo que hacía inviable iniciar la venta de entradas sin un acuerdo confirmado.
El rechazo fue más amplio de lo esperado. Los jugadores de los 20 clubes de Primera División, representados por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), se mostraron firmemente contrarios a disputar un encuentro de liga fuera del país. Su presidente, David Aganzo, votó en contra en la Junta Directiva de la RFEF, acentuando un conflicto laboral que se agravó tras las protestas censuradas por la Liga el fin de semana anterior.
En paralelo, el Parlamento Europeo había aprobado el 7 de octubre un informe que instaba a las instituciones deportivas a prohibir partidos de competiciones nacionales en el extranjero, advirtiendo del riesgo de “perder la esencia del fútbol local”. Organizaciones como Football Supporters Europe reforzaron esa postura, recordando que “tras frenar la Superliga, el fútbol europeo enfrenta ahora una amenaza similar”.