El pasado español de Alex de Miñaur, el ‘villano’ al que Australia rescató de la crisis
Alex de Miñaur, rival de Rafa Nadal por partida doble en Godó y Madrid, pudo competir por España, pero Australia le rescató
Alex de Miñaur se ha convertido en un personaje relevante en el deporte español, aunque no precisamente por una faceta positiva. El azar ha llevado al tenista australiano, actual número 11 del ranking ATP, a ser considerado como el villano en los últimos capítulos de Rafa Nadal, algo que fue real en la despedida de la leyenda del tenis patrio del Godó y que podría repetirse en el Mutua Madrid Open, donde volverán a cruzarse en segunda ronda. Lo que desde suelo nacional muchos desconocen, sin embargo, es que De Miñaur pudo ser el sucesor de Nadal, que tiene un pasado y origen en España y que Australia le rescató mientras la Federación Española llegaba tarde.
En otras palabras, De Miñaur pudo ser héroe, y no villano, del tenis español, si se hubieran dado las condiciones que necesitó su familia en un momento de precariedad económica. Talento precoz, el pequeño Alex despuntó desde pequeño en un deporte para el que aunaba casi todas las condiciones que se requieren para el triunfo. Si bien no era el más alto, sí que lideraba en rapidez, polivalencia y mentalidad.
El rival de Rafa Nadal en el Masters 1000 de Madrid era una gran promesa que, además, contaba con su dosis mediática, ya que era susceptible de competir por tres países. Nacido en Sydney en 1999, Australia no era la prioridad del joven, de padre uruguayo y madre española. Precisamente, la familia De Miñaur estableció su residencia en España, en Alicante, donde Alex, desde los cinco años allí, fue progresando en su tenis y llamando la atención en cada torneo al que iba.
Australia rescató a la familia De Miñaur
A las órdenes de Adolfo Gutiérrez, quien sigue siendo su entrenador y «un segundo padre», Alex de Miñaur progresaba adecuadamente, pero en 2011, la situación económica de su familia empeoró, por la crisis, lo que les llevó a necesitar ayuda. Acudieron a la Real Federación Española de Tenis, donde no pudieron colmar sus expectativas. También a la Valenciana, con otra respuesta negativa.
Dada la situación familiar y la necesidad de proyección de Alex, los padres del tenista decidieron regresar a Australia, donde la Federación vio en el joven una gran oportunidad de contar de nuevo con una estrella tras el fin de la carrera de Lleyton Hewitt. Una leyenda como Todd Woodbridge invitó a Alex de Miñaur, todavía un niño pero ya número uno de España en su categoría, y a su padre a Roland Garros, donde les convenció de que en las antípodas estaba su futuro. El propio Hewitt también acogería a De Miñaur en un trabajo conjunto para llevarle a lo más alto… con Australia.
La explosión que no pudo ser con España
En 2015, con apenas 16 años, De Miñaur hacía su debut como profesional, con el primer capítulo de una carrera con Australia que España no pudo evitar pese a varios intentos posteriores a su marcha, por parte del actual presidente de la RFET, Miguel Díaz Román, que no convencieron a su familia como para quebrar su palabra con la Federación Australiana.
Así, Alex de Miñaur, cuya familia materna al completo es española y le ha dejado en herencia un perfecto castellano, ha ido progresando poco a poco, de manera segura como su juego, hasta arribar en el Top-10 por primera vez a inicios de 2024, un año en el que ya sabe lo que es ganar un ATP 500, en Acapulco, y llegar a la final en otro, en Rotterdam.
En el Godó, un torneo que acostumbra a jugar, volvió a España y tuvo que ejercer el papel de villano con Rafa Nadal. Una semana después, en Madrid, De Miñaur, el talento que pudo competir por España, tendrá que ir de nuevo en contra de sus raíces en la posible despedida de Nadal de la capital.