Incluso los aficionados holandeses se rinden a Rafa: la ‘Nadalmanía’ invade Málaga para la Davis
La ciudad respira tenis tanto dentro como fuera del Carpena
¡Juega Rafa! Nadal abre la eliminatoria de España en la Davis ante Botic van de Zandschulp
«¿Ha venido por el partido de Nadal?». Es la primera pregunta que le hacen a uno cuando pone los dos pies en Málaga. Ni rastro de la Copa Davis en las conversaciones, un nombre lo copa todo. Rafa Nadal. El balear disputará ante Botic van de Zandschulp el que podría ser su último partido. «Es imposible encontrar entradas, lo he intentado todo», relata Roberto, un longevo taxista malagueño.
El aroma a tenis se intensifica cuando se llega al Martín Carpena, pulmón de la ciudad esta semana. Sobre su pista rápida se presentarán los ocho mejores naciones de la raqueta. Al menos así se entiende con su presencia en Málaga. La ciudad respira tenis por todos sus costados. Los aficionados se agolpan en las rampas para buscar un autógrafo que inmortalice sus sentimientos.
Se elevarán exponencialmente cuando la pelota ruede, antes, el tenis se vive fuera, en los aledaños. Allí, los aficionados disfrutan de actividades que ponen a prueba sus cualidades tenísticas. Jóvenes y mayores se juntan competir en un juego de tenis, prueban la potencia del saque e intentan colar la pelota en un agujero para recibir la recompensa.
OKDIARIO ha sido testigo de la fiesta directo de la fiesta del tenis. No se deja de escuchar el «vamos, Rafa», que tanto ha acompañado al tenista balear a lo largo de toda su carrera. Podría ser el último, aunque todos sueñan con que sea el penúltimo en un torneo colectivo que, en esta ocasión, quedará para siempre asociado al adiós individual de Rafael Nadal.
Su figura traspasa el deporte y fronteras. Llega hasta Países Bajos, la tierra de sus rivales este martes. Desde allí viene, desde el centro del país de los tulipanes, una oleada de aficionados que apoyan a Nadal. Lo llevan en el corazón y tatuado en la piel.
Eterno Nadal
«Es mucho más importante la despedida de Rafa. Copa Davis hay todos los años, pero una leyenda como él, lamentablemente, solo se retira una vez. Por eso, probablemente sea el torneo más especial que vaya a jugar en mi carrera», reconocía Alcaraz. «Me encantaría ganar la Davis algún día. La ilusión por representar a España es enorme, y además tener a Rafa al lado, sabiendo que es su último torneo, lo hará todavía más especial», admitía el murciano, que ejercerá como número uno de la Armada española en el segundo partido individual de la eliminatoria.
Nadal dejó buenas sensaciones en su último entrenamiento previo al primer partido de la Davis. Aprobó con nota la prueba definitiva con Alcaraz. La práctica esclareció dos ideas. La primera es que Alcaraz está mejor que en Turín, donde compitió con una tirita nasal para combatir el resfriado que sufría. En Málaga no hay rastro de lo primero y del proceso víricos queda un sucedáneo.
La segunda tesis es que Nadal está preparado para el torneo. Rafa se mostró en línea ascendente con la raqueta en la mano. Sólido en el servicio y manteniéndose firme en los intercambios, aunque todavía le falta cierta reacción al resto. Producto de la falta ritmo al no haber disputado ningún partido desde que cayera eliminado en los Juegos Olímpicos de París.