Griezmann acerca al Atlético a semifinales (1-0)
El Atlético se impuso 1-0 al Leicester en la ida de los cuartos de final de la Champions League gracias a un gol de Griezmann de penalti. Simeone lo tenía claro desde el principio, no quería sorpresas. Por eso alineó el mismo once de los últimos dos partidos, con Torres acompañando a Griezmann en ataque. Salieron con una idea, marcar cuanto antes. Pero los ingleses comenzaron peleones, amenazando con balones a la espalda de la defensa buscando a Vardy. No fue más que un espejismo. Ese remate del delantero se marchó muy desviado.
Rápidamente, la zaga del Atleti cerró filas para mantener al 9 a raya. A partir de ahí los locales tomaron el control del partido, movían el balón a su antojo buscando a Griezmann o Torres. Koke ya había avisado en los instantes iniciales con un tiro al palo. Ante el poderío rojiblanco los de Shakespeare optaron por esperar atrás en busca de una oportunidad a la contra. El técnico de los foxes pedía a sus jugadores que se juntaran, les estaban haciendo mucho daño con los disparos lejanos.
El Atlético, fiel a su estilo, intensificó la presión y surtió efecto. Griezmann recogió un rechace, tras pérdida del Leicester en campo del Atleti, y como si fuera Usain Bolt se lanzó a la carrera directo al área rival. Albrighton intentó frenarle pero llegó tarde y le derribó a escasos centímetros del área, pero el colegiado Martin Eriksson entendió que fue dentro y pitó penalti. El propio Griezmann se encargó de transformar la pena máxima para poner el 1-0 en el marcador en el minuto 26.
La eliminatoria no podía empezar mejor, el guión del Cholo se estaba cumpliendo. Dominaban ante un Leicester que apenas puso en apuros a Oblak. Incluso pudieron marcharse al descanso con un resultado más amplio, pero finalmente se mantuvo el 1-0 y los ingleses respiraban tranquilos.
Shakespeare instala la muralla
En la reanudación Shakespeare quitó a Okazaki y sacó a Andy King en busca de mantener el resultado. Pese al 1-0 el Atlético no echó el freno, quería el segundo. Tenían el partido bajo control, aunque los locales lo intentaban a la contra. Sin embargo Oblak no tuvo que esforzarse en exceso, no tuvo trabajo.
El combinado colchonero movía el balón de lado a lado en busca de algún hueco por el que poder entrar. Griezman, Correa -entró sustituyendo a Carrasco en el 65- se abrían a las bandas para intentar encontrar espacios. Koke y Saúl no conseguían penetrar por la muralla que había implantado el Leicester en su intento de no encajar más goles.
Torres tuvo en sus botas el segundo. Recortó a su marcador y se quedó sólo ante Schmeichel, pero se resbaló cuando iba a rematar. Ante la imposibilidad de conectar con los delanteros por el centro, Simeone puso a Thomas para intentar desbloquearlo. Correa fue un quebradero de cabeza para la defensa de los foxes. Se internó varias veces pero sin éxito y, aunque fueron muy superiores al rival y dominaron durante todo el encuentro, se tuvieron que conformar con el 1-0.