Dembélé será capitán del Barcelona con la salida de Busquets
Después del anuncio de la marcha de Sergio Busquets de cara a la próxima temporada, el orden de capitanes sufrirá cambios. El mediocentro defensivo del Barcelona dejará de ser el portador del brazalete del primer equipo y será Sergi Roberto su sucesor. Pero lo que realmente llama la atención es quién será el jugador que ascienda a una posición privilegiada dentro del vestuario culé: Ousmane Dembélé.
Sí, Ousmane Dembélé, el jugador que estuvo enfrentado con la directiva de Joan Laporta por negarse a renovar, pero que finalmente sí aceptó la prolongación de su contrato y el que ha estado de baja más de 700 días desde que llegara al Barcelona y habiéndose perdido más de 100 partidos con la camiseta azulgrana será el cuarto capitán y puede que ascienda un escalón más, al tercero, en el caso de que Jordi Alba también ponga punto y final a su etapa dentro del club.
Por lo tanto, será Sergi Roberto quien ocupe el nuevo puesto de capitán, Jordi Alba será el segundo y Ter Stegen el tercero. Pero incluso este póker de futbolistas con Dembélé como cuarto podría sufrir aún más cambios ya que la continuidad de alguno de ellos está en el aire.
Después de conocerse la marcha de Busquets, desde la prensa catalana se informaba que los agentes de Jordi Alba se habían reunido con la directiva culé para tratar su futuro. Su deseo siempre ha sido el de quedarse y cumplir su contrato, que finaliza en 2024. No obstante, no está del todo descartada su salida después de haber pactado con el club una posible rescisión de contrato. En caso de salir, podría elegir también el destino de Arabia Saudí como todo hace indicar que será el de su compañero ‘Busi’.
Dudas con Dembélé
Y es que parece que podría volverse a repetir otro culebrón con Dembélé este mismo verano. Se espera que el francés continúe y parece que es la voluntad del jugador, así como la del club. Su contrato finaliza en junio de 2024 y su cláusula es de 50 millones de euros.
Ahora, el club deberá afrontar la renovación para evitar que salga libre en 2024. Situación que si no logra atajar y renovarle, podría pensarse muy seriamente la venta para así obtener un pequeño rédito económico tras la abultada inversión que realizó hace 6 años.