El Ayuntamiento de Barcelona, el ‘soci’ del que depende el futuro del Barça
Las obras del Camp Nou y el nuevo Palau Blaugrana del Barça siguen en el aire sin apoyo definitivo del Ayuntamiento de Barcelona
Montjuic, retrasos, promesas incumplidas y una presión que no doblega al Ayuntamiento
El Barça pone la pelota en el tejado del Ayuntamiento y anuncia el regreso al Camp Nou sin licencia

El futuro del Barça es aún incierto. Como suele ser habitual en los últimos años, el rumbo institucional y a nivel de infraestructuras del club es un completo desconcierto, no hay nada claro ni firme, ni siquiera cuando desde la entidad se atreven a lanzar fechas. El Ayuntamiento de Barcelona sigue siendo un aliado clave en el futuro del club, con el Camp Nou como elemento diferenciador, pero también pendientes de un olvidado nuevo Palau Blaugrana para el Barça Básket o la situación de Montjuic.
Las relaciones entre el Barça y el Ayuntamiento de Barcelona han sido una constantes en los últimos años. Ambos se han necesitado mutuamente en todo este tiempo, como también se necesitan en estos momentos donde las dudas siguen emergiendo cada semana en el entorno culé.
La remodelación del Camp Nou significó para el Barça su traslado hacia Montjuic y la utilización del Estadio Olímpico Lluís Companys. Aquello, desde el prisma del Ayuntamiento de Barcelona, fue una gran noticia por el desembolso que realizó por su uso el Barça, que además de pagar una cuota de alquiler, acarreó los gastos derivados de algunas de las obras que se realizaron para su adecuación a la élite, para entrar en los parámetros de Liga y Champions League.
El Ayuntamiento de Barcelona encontró en el Barça su mejor ‘soci’, dado el estado de casi abandono y bajo uso de las instalaciones de Montjuic. El Barça creyó que pudo dejar de usar el Lluís Companys mucho antes de lo que acabó siendo. Hasta cuatro fechas diferentes, con un intervalo de diez meses, ha proyectado Joan Laporta con el regreso del Camp Nou, cuatro fechas que han resultado ser un fiasco una tras otra.
Primero fue a finales de noviembre con motivo del 125 de la fundación del club. Desastre. Se pasó a febrero o principio de marzo. Otro nuevo paso atrás. Luego que si antes de que finalizara la temporada. De nuevo tuvieron que dar marcha atrás. La última, anunciada a bombo y platillo, la del Trofeo Joan Gamper, que se jugará finalmente este próximo 10 de agosto en el Johan Cruyff en el enésimo ridículo sobre la vuelta al estadio de la entidad barcelonesa.
Desde el Barça se ha presionado y mucho en las últimas semanas al Ayuntamiento de Barcelona para que sus peritos y técnicos municipales facilitaran y agilizar los permisos pertinentes para la reapertura parcial del Camp Nou que desea el club blaugrana. Presiones que no han surtido ningún tipo de efecto, primando el sentido común, la seguridad y la coherencia.
«Para obtener el regreso al Camp Nou se requiere un certificado ECA de control ambiental, el de finalización de obra y el de distrito (de Les Corts). Eso significa que habrá que realizar inspecciones sobre todo de seguridad y, cuando tengamos todo eso, se tomará una decisión», dijo el alcalde en funciones de Barcelona, Jordi Valls Riera, este miércoles al ser preguntado sobre el retorno.
El Palau Blaugrana, otra herida
El Barça aún tiene que negociar con el Ayuntamiento de Barcelona todo lo referente al Palau Blaugrana, otro de los proyectos dentro del Espai Barça que, a día de hoy, no cuenta con ningún tipo de financiación, por lo que no hay proyecto ni obra. El equipo de baloncesto tiene un dilema recurrente con esto, ya que tienen que encontrar una solución temporal.
Mientras Joan Laporta da con algún inversor que quiera apostar y financiar la construcción del nuevo Palau Blaugrana, el club se debate con la construcción de un estadio temporal tras la negativa de la afición de jugar en el Palau Sant Jordi. Así, la única solución hábil en estos momentos pasa por construir un pabellón polideportivo temporal similar al estadio provisional que construyó el Zaragoza mientras remodela la Romareda.