El truco para beber cerveza sin engordar: el secreto que todos esperabamos
Las cervezas artesanales y las cervezas oscuras suelen tener más calorías
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La creencia de que la cerveza provoca la conocida como «barriga cervecera» es uno de los mitos más extendidos sobre esta bebida. A menudo, se le atribuye a la cerveza el aumento de peso en la zona abdominal, especialmente en los hombres, lo que ha llevado a muchos a evitar su consumo para cuidar la línea. Sin embargo, al analizar este mito en profundidad, nos encontramos que la relación entre la cerveza y el aumento de peso es más compleja de lo que parece. En realidad, el aumento de peso no se debe exclusivamente al consumo de cerveza, sino que depende de varios factores, como el tipo y la cantidad de alimentos que se consumen junto a la bebida, así como el estilo de vida y los hábitos de cada persona.
La «barriga cervecera» no es necesariamente un resultado directo de la cerveza, sino de los alimentos con los que acompañamos esta bebida. Entre los aperitivos más populares se encuentran las patatas fritas, los frutos secos salados, las aceitunas y otros alimentos ricos en grasas y carbohidratos. Estos aperitivos son muy calóricos y tienen un contenido elevado de sal y grasas saturadas, de forma que contribuyen a la acumulación de grasa en el cuerpo, especialmente en el zona abdominal. Además, la cerveza puede aumentar la sensación de hambre y la ingesta calórica en general.
El mito de la ‘barriga cervecera’
El mito de la «barriga cervecera» se popularizó debido a algunos estudios que observaban una relación entre el consumo de alcohol y la acumulación de grasa en la zona abdominal. Cabe señalar que el alcohol tiene un alto contenido calórico, y cuando se consume en exceso, puede contribuir al aumento de peso. Cada gramo de alcohol aporta aproximadamente siete calorías, que son calorías vacías sin nutrientes esenciales para el organismo.
Ahora bien, la cerveza, en particular, contiene una menor cantidad de alcohol en comparación con bebidas destiladas como el whisky o el vodka. Además, la cerveza incluye ingredientes naturales como la cebada, el lúpulo y la levadura, que son ricos en determinados nutrientes y antioxidantes, como las vitaminas del grupo B y minerales como el potasio y el magnesio.
En realidad, el consumo moderado de cerveza puede incluso tener ciertos beneficios para la salud cardiovascular, ya que se ha observado que algunos componentes antioxidantes presentes en esta bebida pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
Cómo beber cerveza sin engordar
El verdadero truco para disfrutar de una cerveza sin temor a engordar es controlar el tipo y la cantidad de los alimentos que se consumen con ella. Es importante recordar que la cerveza en sí misma no es la única responsable del aumento de peso; es la combinación con aperitivos calóricos y poco saludables lo que puede resultar en un consumo excesivo de calorías.
Uno de los trucos más sencillos y efectivos es optar por snacks más saludables en lugar de los tradicionales snacks grasos y salados con los que se acompaña la . Por ejemplo, en lugar de patatas fritas, puedes comer unos pepinillos o unos bastones de zanahoria o de apio. Estos alimentos tienen un contenido calórico bajo y además aportan fibra, vitaminas y minerales.
Si prefieres los frutos secos, procura que no tengan sal. Los frutos secos como las almendras, las nueces o las avellanas son una excelente alternativa. Aunque tienen un alto contenido calórico, aportan grasas saludables que, en cantidades moderadas, no resultan en un aumento de peso. Además, al consumir frutos secos sin sal, se reduce la retención de líquidos y la hinchazón.
Por otro lado, recuerda que, aunque la cerveza puede tener beneficios cuando se consume de manera moderada, excederse en el consumo aumenta significativamente el aporte calórico. Lo ideal es disfrutar de una o dos cervezas en una ocasión, lo cual permite disfrutar del sabor y los beneficios sin afectar negativamente el peso.
Finalmente, es importante señalar que no todas las cervezas son iguales. Las cervezas artesanales y las cervezas oscuras suelen tener más calorías que las cervezas ligeras o las cervezas tipo «lager». Si no quieres engordar, elige una cerveza con menor contenido alcohólico y menos calorías.
En definitiva, la cerveza, además de ser refrescante, puede ofrecer beneficios para la salud cuando se consume de manera responsable. Contiene antioxidantes naturales como los polifenoles, que ayudan a reducir la inflamación, y es una fuente de vitaminas del grupo B y minerales esenciales como el magnesio y potasio, importantes para el metabolismo energético y la salud ósea.
Contrario al mito de la «barriga cervecera,» beber cerveza no necesariamente implica ganar peso. La clave está en acompañarla con snacks saludables y controlar las porciones. De esta manera, es posible disfrutar de la cerveza sin comprometer la salud o el peso. Con moderación y elecciones conscientes, la cerveza puede formar parte de un estilo de vida equilibrado y saludable.