Plantas

Los botánicos no dan crédito: descubren una misteriosa liana que huele a mazapán y tiene frutos comestibles

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Keita deniseae. Imagen: M. cheek.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En la actualidad se calcula que hay alrededor de 390.000 especies de plantas conocidas por la ciencia. La mayoría son vasculares, y dentro de estas, predominan las angiospermas, es decir, plantas con flores. Pero el mundo vegetal no deja de sorprender.

En este caso han encontrado una planta curiosa pero no sólo por su forma o por su origen, sino que esta liana africana produce frutos comestibles, ayuda a sostener a las comunidades locales… y huele a mazapán. Sí, a ese dulce navideño.

Esta es la planta que huele a mazapán y crece en lo alto del bosque

La planta que huele a mazapán se llama Keita deniseae y fue encontrada en las montañas de Simandou, en el sureste de Guinea. Es una liana que se encarama al dosel del bosque gracias a unos peculiares ganchos naturales que le sirven de anclaje.

Sus tallos, al rasparse, desprenden un aroma intenso y dulzón, similar al mazapán. Ese olor se debe a la presencia de benzaldehído, el mismo compuesto responsable del perfume de las almendras amargas.

Por otro lado, esta planta da unos frutos grandes y de carne suave, ligeramente dulces y comestibles. Las comunidades de la zona ya los utilizan, aunque hasta ahora se desconocía que la especie fuera nueva para la ciencia.

Según el estudio publicado en la revista Kew Bulletin, y firmado por el botánico Martin Cheek junto a la guineana Denise Molmou, Keita deniseae no es sólo una especie nueva, sino algo aún más inusual: ha obligado a crear un género completamente distinto. Lo han bautizado como Keita, en homenaje a Sékou Moussa Keita, un referente en la conservación de la flora guineana.

¿Cómo se descubrió la planta que huele a mazapán?

Este no fue un hallazgo fortuito. Desde hace años, los científicos venían sospechando que no cuadraba con ciertas lianas africanas clasificadas dentro del género Anacolosa. Estas no se comportaban igual, no trepaban igual y mucho menos olían a mazapán.

La pista definitiva llegó en 2021, cuando Denise Molmou y su equipo encontraron un ejemplar en flor en el bosque de Boyboyba. La floración permitió compararla en detalle con especies similares de otras regiones y ahí descubrieron que estaban ante algo único. A partir de ahí se confirmaron más ejemplares en otras zonas de Guinea, aunque todos en lugares muy concretos y de difícil acceso.

La planta mide entre 5 y 20 metros cuando trepa, tiene tallos oscuros y flexibles, y sus hojas pueden alcanzar más de 8 cm de largo. La flor, pequeña y blanca, se agrupa en racimos que se esconden entre la maleza. Pero lo más llamativo es su olor que sólo se libera al dañar la corteza. Tal vez es un sistema de defensa o una forma de comunicación química aún por entender.

Los científicos destacan que la conservación de esta planta es una prioridad urgente. Está presente en apenas tres lugares conocidos, todos bajo amenaza por actividades humanas, especialmente la minería. Sólo seis ejemplares maduros han sido registrados, aunque se cree que podría haber más en zonas aún inexploradas.

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