El clásico concierto de Año Nuevo en Viena ha dejado la primera imagen del año: la Sala Dorada del Musikverein sin público.
En un auditorio vacío pero con el apoyo virtual de miles de seguidores la Filarmónica de Viena ha protagonizado un Concierto de Año Nuevo atípico, cuya culpable ha sido la pandemia de Covid. Pese a ello el optimismo fue el ganador al ritmo de la música de la saga de los Strauss, bajo la genial batuta del taliano Riccardo Muti.
Por primera vez en 80 años la Sala Doradal los músicos sólo han tenido l calor virtual de los espectadores a través de una aplicación que ha permitido que más de 7.000 seguidores envíen desde casa sus aplausos.