Niños hartos de videollamadas y clases online: Consejos para ayudarles
Muchos niños y niñas están hartos de las videollamadas y de las clases online por lo que debemos ser comprensivos e incluso dejar que se tomen un respiro
Los niños están hartos de las videollamadas y de las clases online. Esta frase seguro que comienza a rondar en tu cabeza tras más de dos meses de confinamiento en los que tus hijos, entre otras cosas, no habrán parado de realizar tareas con la ayuda del ordenador.
Tanta puede haber llegado a ser la saturación por las clases a través de la pantalla del ordenador, que en muchas casas se dan situaciones en las que los niños/as, ponen pegas para conectarse o sencillamente no quieren hacer las tareas.
Niños hartos de videollamadas y clases online: Consejos para ayudarles
Ahora más que nunca, deben entender que ya queda menos para que finalice el curso escolar, de modo que vamos a daros algunas pautas para que podáis ayudar y motivar a vuestro hijo/a en el caso de que os diga que está harto de las videollamadas y clases online.
Intenta entender su estado de ánimo
Durante las primeras semanas de confinamiento, era incluso sorprendente ver como los niños/as aceptaban sin rechistar tener que seguir sus clases de forma online, pero tras más de dos meses realizando videollamadas o tutorías a través del ordenador es hasta normal que se muestren apáticos y de mal humor.
Varios expertos ya han señalado que la situación es más común de lo que parece, por el simple motivo de que los niños ya se han cansado de no poder ver a las personas cara a cara y lo que antes parecía divertido, ahora resulta bastante aburrido y en algunos casos, angustioso. No pueden ir a saludar a sus amigos, no están con ellos directamente de modo que es comprensible ese mal humor o desanimo por seguir haciendo clases online.
Ayúdalos a expresar sus emociones
La pandemia es algo a lo que los niños han tenido acceso de distintas maneras. En cada familia habrá afectado de manera distinta, de modo que dependiendo cada caso, no debemos subestimar la estabilidad emocional del niño. Puede que hayan tenido que pasar incluso por un duelo ante una pérdida, por lo que es importante hablar con ellos y de nuevo, ser comprensivos con la situación.
De hecho, en lugar de tratar de evitar su tristeza organizando chats y juegos online, es mejor que les ayudes a expresar sus sentimientos y trate de entender por lo que están pasando.
Deja que se tome un descanso
Si es necesario, haz que tu hijo/a se tome un descanso y permita que se organice de nuevo
Los maestros tienen diferentes expectativas sobre el aprendizaje a distancia y el tipo de programas diarios que están estableciendo. Pero si tu hijo/a actualmente rechaza las clases online y las videollamadas, puede ser hora de tomar un descanso.
No pasará nada porque por unos días el niño/a se tome un descanso de las clases .Será necesario hablar con los profesores de la situación, para desarrollar algunas estrategias que puedan ofrecerle el tiempo y espacio que necesita, mientras se mantiene al día con el trabajo escolar. Busquemos opciones para que aunque deje las tareas, estas puedan organizarse de nuevo una vez hayan pasado esos días de descanso.
Trata de tener un plan
Si su hijo/a está harto/a de las videollamadas con la escuela, los amigos e incluso los familiares, puede ser realmente útil hacer una actividad juntos o decirle al niño/a de qué hablarán. Por ejemplo, jugar con un amigo, cocinar una receta favorita, cantar y bailar juntos. Un amigo o pariente mayor puede querer leerle un libro a tu hijo/a.
Y eso no es solo para niños más pequeños. Los niños mayores pueden divertirse viendo una película con sus amigos y hay aplicaciones que pueden usar para hacer que esta actividad sea más atractiva.
No olvidemos la situación que vivimos y que son niños.
Los adultos al comienzo de la pandemia habían seguido las noticias antes de que todo cerrara, pero el mundo de los niños cambió en un instante .
Muchos de ellos fueron a la escuela un día y al día siguiente ya tuvieron que quedarse en casa. Por ello es tan importante ser comprensivos, pacientes y ayudarles a seguir las tareas a partir del deseo que tengan para hacerlas.
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