Ejercicio y cesárea, una relación interesante
Por muchas y variadas razones, se recomienda a las embarazadas que practiquen deporte. En concreto, es aconsejable para que puedan eliminar el estrés, mantener el peso bajo control e incluso aliviar ciertos síntomas como la hinchazón de piernas. No obstante, también es interesante saber que hay una relación muy interesante entre ejercicio y cesárea.
¿Quieres saber cómo? Te lo contamos a continuación, así que toma nota:
El ejercicio reduce los riesgos de cesárea
En concreto, la relación que se establece entre el ejercicio y la cesárea, el parto que se produce de manera quirúrgica, es que el primero reduce las posibilidades de que la segunda tenga lugar. Sí, disminuye las probabilidades de que la mujer tenga que hacerle frente a ese tipo de alumbramiento y no a uno natural.
Precisamente por ese motivo es muy interesante que la mujer que está esperando un hijo no dude en estar en forma, en moverse durante la gestación y en no apostar por el sedentarismo. Y es que este, además, es muy peligroso por distintos motivos no solo para la mamá sino también para el pequeño que viene en camino.
Las últimas investigaciones llevadas al respecto han venido a determinar que practicar deporte unas 3 o 4 veces en semana conseguirá reducir hasta en un 34 % las posibilidades de cesárea.
Las razones de que disminuyan las posibilidades de cesárea
¿Cuáles son los motivos por los que se le otorga al ejercicio el poder de reducir las probabilidades de una cesárea? Pues hay muchos y variados, no obstante, se considera que los más importantes y significativos son los siguientes que te vamos a exponer:
- Llevar a cabo la práctica de deporte en general y, en concreto, de disciplinas específicas para embarazadas va a permitir fortalecer notablemente el tono muscular, que juega un papel fundamental en el parto. Sí, porque ayuda a la mujer a tener una mejor forma física para afrontarlo, para realizar los empujes que son necesarios, para aguantar el cansancio del trabajo de parto…
- De la misma manera, se considera que el ejercicio ayuda a la futura mamá a aumentar su flexibilidad, que también es una característica física importante durante el alumbramiento.
- No hay que pasar por alto que también se establece que la gestante que practica deporte durante el embarazo reduce de manera contundente las posibilidades de que su bebé pese más de 4 kilos. Y esto es importante si tenemos en cuenta que cuando los niños vienen con mucho peso es habitual que para poder sacarlos se tenga que recurrir a la cesárea.
- Ni que decir tiene que otra razón para dejar constancia de que el deporte disminuye las posibilidades de cesárea es que permite que la mujer mejore su suelo pélvico. Y este, como todos sabemos, es necesario que esté en la mejor forma posible para conseguir que el parto resulte más fácil, rápido y menos peligroso.
- Practicar ejercicio también ayuda a controlar la respiración, que se convierte en una “herramienta” de gran utilidad a la hora de poder gestionar el dolor del alumbramiento.
Consejos para practicar deporte durante el embarazo
Una vez que ya conocemos que merece la pena hacer ejercicio durante la gestación, si el médico no aconseja lo contrario, hay que saber cómo. En concreto, nos estamos refiriendo a que es imprescindible tener en consideración ciertos consejos para llevarlo a cabo con seguridad:
- Según la OMS, lo ideal sería hacer ejercicio 3 veces a la semana.
- Es aconsejable salir a caminar todos los días durante una media hora como mínimo.
- En las épocas de más altas temperaturas, hay que evitar las horas donde el calor sea más sofocante.
- No menos importante es hidratarse muy bien, bebiendo agua, tanto antes como durante y después de la práctica del deporte.
- Entre las disciplinas más aconsejadas están la natación, el yoga o el pilates. Por el contrario, entre las que se establecen que no deben realizarse son todas aquellas que propicien que el cuerpo llegue al agotamiento extremo y también las que sean de contacto.
- Es recomendable, además, salir a hacer ejercicio con alguien y no sola. Se trata de una manera de poder tener ayuda en caso de que se sufra algún desvanecimiento o percance similar.
- También es necesario utilizar la ropa adecuada, que transpire, que no cree incomodidad y que permita tener libertad de movimientos.
Además de todo lo expuesto es importante establecer que antes de ponerse a practicar cualquier ejercicio, es necesario consultar al médico. Y es que este, en base a la evolución del embarazo, determinará si es recomendable o no e incluso cuál es la mejor alternativa para olvidar el sedentarismo.
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