Cómo conseguir que los niños nos sigan haciendo caso durante la cuarentena

Los niños pueden comenzar a notar el cansancio por las tres semanas que llevan confinados en casa debido a la crisis sanitaria del coronavirus y aunque hasta ahora se han portado como campeones y han obedecido en todo lo que les hemos pedido, es posible que se vivan momentos en los que quieran rebelarse a la situación que viven. Veamos entonces cómo conseguir que los niños nos sigan haciendo caso durante los días de cuarentena que todavía quedan por delante.

Puede que sea solo algo puntual o también es posible que el niño o niña comience a rebelarse y decida no hacer las tareas escolares, o ya no quiera participar en las actividades que organizamos para que esté distraído. Por un día de descanso no pasará nada, pero en el caso de que esa actitud rebelde vaya a más y veamos que nos desobedece a todo lo que le pedimos podemos guiarnos con las pautas que ahora señalamos.

Cómo conseguir que los niños nos sigan haciendo caso

1. Reglas y límites. La mejor manera para conseguir que un niño nos haga caso es establecer reglas y límites claros, ya que son fundamentales para que aprenda el autocontrol, para saber lo que está bien y lo que está mal. Seguro que antes de que comenzara la cuarentena por coronavirus ya teníamos establecidas reglas en casa, pero también es posible que con tanta monotonía acumulada estas hayan desaparecido o que el niño no las tenga claras. Bastará con recordarlas.
2. Deja claro las consecuencias. Así como las reglas para los niños deben ser simples y claras, también lo deben ser las consecuencias. Si existe un castigo por el mal comportamiento (como no querer hacer las tareas, o querer pasar todo el día pegado a la pantalla del móvil), es importante que esta consecuencia se materialice. Solo entonces los niños se darán cuenta de que no pueden pasar por alto las reglas ni desafiar los límites sin tener que lidiar con las consecuencias.
3. La importancia del respeto. Enseñar al niño a respetar no solo a los adultos, sino a todos los que lo rodean, es una de las claves para que nos hagan caso y más en momentos como los que estamos pasando. Esto es algo que debemos establecer desde que los niños son pequeños, pero en el caso de que estos días el niño nos rete y no quiera respetarnos, tampoco debemos ser demasiado estrictos. Debemos entender por lo que están pasando e intentar hacerle comprender que si se porta mal no conseguirá nada. Es importante que el niño pueda hablar y expresar lo que quiera, pero siempre con respeto por el otro.
4. Sí en lugar de no. Cuando se piensa en la disciplina para los niños, la palabra que viene inmediatamente a la mente es «no», sin embargo, esto debe reemplazarse por «sí» siempre que sea posible, es decir, reemplazar «no debería» por «debería».Tenemos que centrarnos en el comportamiento que queremos ver en lugar de lo que no queremos. Por ejemplo si el niño está jugando con sus coches encima de la mesa, no le tenemos que decir «dejar de golpear los coches encima de la mesa». Es más efectivo que le digamos «haciendo esto puedes rayar la mesa, juega con los coches en el suelo, se mueven más rápido «.
5. Comprende las causas. Como hemos mencionado anteriormente, es importante que comprendamos el porqué de la rebeldía de los niños estos días. El confinamiento se está alargando mucho y por ello es necesario que intentemos mantener la calma en la medida de lo posible. Lo importante es hablar con el niño después de que se haya calmado e intentar evaluar mejor la situación y cómo se puede resolver.
6. Se firme. El secreto del éxito para que un niño nos haga caso  es la capacidad de mantenerse firme, es decir, si el niño ya sabe que debe hacer sus tareas por la mañana, no te rindas solo porque decidió tener un berrinche gigante ; si la hora de acostarse es a las 21:00, no te rindas porque el niño quiere jugar un poco más. En el momento en que cedas, el niño continuará probando los límites una y otra vez.
7. No olvides ser cariñoso. Ser firme no significa que no puedas decirle al niño cuánto te gusta darle un abrazo después de llamarle la atención por su mal comportamiento o explicarle con cariño por qué no le gusta una determinada acción o palabras. Es una forma interesante de mostrarle al niño que la disciplina no significa que te  guste menos y que, a pesar de los conflictos, todo terminará bien.
8. Da ejemplo. Los niños observan y copian todo del mundo de los adultos, por lo que si siempre le gritas al pequeño, pensarán que no hay nada de malo en eso y ciertamente serán un espejo del mismo tipo de comportamiento. Al respirar profundamente y pensar dos veces antes de hablar, puedes hacerlo con calma, recordando al niño que así es como hay que hablar y comportarse. Depende de ti establecer el tono de las situaciones, que los niños terminen siguiendo este camino.

Aplicando estas pautas lograrás que el niño vuelva a hacerte caso, pero sobre todo no nos cansamos de decir que debes ser más comprensivo que de costumbre para hacer frente a estos días de estar en casa, que todavía nos quedan por delante.