La joven artista Uma Kim Gómez será una de las grandes

Uma Kim Gómez clausuró la noche del arte de Alaró (Mallorca) -Alart- con la performance IBIZA / La mort heureuse, la instalación en la que da un paso más en su carrera creativa, donde sigue y no sigue las directrices maternas. Uma es una mujer que resulta a veces inquietante, como las orientales de su cultura paterna, originaria de Corea pero nacidos en Europa, y la hospitalidad de sus abuelos maternos, de León y Pollença.
Estas combinaciones culturales suelen fructificar, cuando el entorno lo valora y propicia en genialidades y sorpresas que pueden alargarse toda una vida.
Uma ha tenido una preparación académica de muchísimo nivel y parece que ha decidido seguir en el camino que muchos abandonan en cuanto se enfrentan a las primeras dificultades que implica ser parte de un mundo que es sólo para los elegidos. Ella es una de ellos, no lo duden, aunque pueden pasar todavía algunos años para que lo descubramos y nos asombremos. No es una mujer común, créanlo, y lo demostró la semana pasada con Una habitación propia, obra que toma el título del libro de Virginia Woolf y que ha ocupado el hall del Ayuntamiento de Alaró desde la noche del 17 de junio, fecha de estreno de Alart, donde detonó con la performance inaugural de 4 horas de duración.
El pasado viernes 18 de julio se clausuró con una segunda performance, titulada IBIZA / La mort heureuse, acompañada por la actriz Marina Company y la bailarina Paula Company, hermanas pollencines. Todo queda en nuestro pueblo en este caso.
En esta habitación propia, la artista revierte el aforismo de la cueva de Ibiza, hace alusión a la cultura de clubbing de Ibiza como un lugar de liberación. Cada una de estas experiencias esenciales y tangibles para algunos, fantasías en sí mismas para otros, a las que accedemos en IBIZA, conforman una enmarañada red capaz de elevar, purificar y transformar el cuerpo humano.
Con el pasar de los años y a diferencia de otros géneros musicales, la música electrónica ha logrado convertirse en un espacio de culto para toda persona que desee adentrarse en su propio ser, allí se reprimen demonios ocultos, se alcanza la catarsis en su estado más sublime y se maniobra el desorden, se permite el derrumbe, se explora la cara oculta para provocar un nuevo renacer, un nuevo despertar.
Así Uma Kim abre ese caos emocional y de liberación de ecos pasados personales, los restos de la edad de plata como diría Manel Clot. La IBIZA / La mort heureuse de Uma es un viaje a través de la palabra susurrada cantada, lo silenciado, bordado como una partitura rota, una canalización de vidas transcritas, una coreografía diseminada de antiactos, una emocionalidad que muestra la parte oculta de lo que se exige a lo femenino y lo que se apaga. Impunemente.
Enough is enough, como dice la canción, con la participación de Marina y Paula, actriz la primera y bailarina segunda, dio sentido a esa historia por contar que Uma sacó de sus entrañas, de eso no hay duda.
La artista todavía joven ha tenido que enfrentar momentos muy duros, otros si no duros sí que de aprendizaje vital para entender qué es eso de la vida y por qué razón nuestros ancestros tienen tanta importancia en nuestro hoy. Hay una corriente muy sugerente que corre por las entrañas y las venas de esta joven mujer que sin hablar habla. Y te desarma, pese a que somos más sabios y estamos aún más preparados, hay voluntad de mando, de dirección clara de hacia dónde quiere ir. No dudo que será una de las grandes porque será mejor que todos nosotros.
Por cierto, qué maravilla de pueblo es Alaró, qué rudo y elegante a la vez. Perfecto para hacerse cargo del cierre y de anterior apertura.
Deseando ver el futuro de esta niña, así la conocí, convertida en más de lo que podíamos esperar. Estar junto, con, para, entre, contra su madre. Dos energías en plena ebullición fundiéndose.