Baleares tiene 9.000 alumnos en lista de espera para sacarse el carnet de conducir
La falta de examinadores en la DGT provoca meses de demora para examinarse
A Ibiza no hay destinado ninguno fijo y tienen que desplazarse desde Palma

Baleares tiene 9.000 alumnos en lista de espera y a la cola para sacarse el carnet de conducir ante la dramática falta de examinadores que hay en las Islas, por la carestía del mercado inmobiliario y el alto nivel de vida que provoca que, a la mínima de cambio, pidan su traslado a otras provincias de la Península.
Del total de 8.808 que esperan para poder examinarse, hasta 7.142 lo hacen para sacarse el carnet de coche, 604 para el de motos y 637 para
vehículos pesados autobuses y camiones.
Hay días de esta semana donde ante la falta de examinadores no se ha convocado a ningún aspirante a obtener el carnet de motos y vehículos pesados, para así poder aligerar en la medida de lo posible, la interminable lista de espera en el apartado automovilístico.
En la Dirección General de Tráfico (DGT) en Baleares, al igual que sucede en otros servicios públicos estatales en Baleares, en torno al 90% de los funcionarios aquí destinados acaban marchando por carencia de incentivos. El plus de insularidad que desembolsa el Gobierno de Pedro Sánchez es insuficiente para compensar el elevado coste del nivel de vida en el archipiélago, por lo que los examinadores a menudo terminan solicitando el traslado a la Península como ahora ha sucedido en bloque.
El pasado mes de septiembre la DGT informó que seis nuevos examinadores habían sido destinados a Baleares, de los que uno iría con destino Menorca y los otros cinco a Palma. Hay que tener en cuenta que existía el fundado temor de que Baleares perdiera este otoño la mitad de los examinadores de la DGT y sólo quedaran ocho, tras materializarse el concurso de traslados solicitado por los funcionarios, que buscan destinos en otras comunidades y la jubilación de dos de ellos.
Esta carencia de examinadores provoca, además, un grave perjuicio a los afectados que ven como se les priva de su derecho a realizar el examen de circulación en un plazo de tiempo razonable y poder obtener así la licencia correspondiente.
Las otras grandes perjudicadas son las autoescuelas, que ante la carencia de examinadores y la reducción del número de exámenes realizados, tienen un menor volumen de trabajo potencial, por la menor cantidad de alumnos que se pueden presentar.
Al ser Baleares un territorio insular, afronta dificultades añadidas en materia de conectividad en comparación con los territorios peninsulares.
A ello hay que añadir que una elevada cantidad de ofertas laborales requieren, o como mínimo, valoran muy positivamente a los candidatos que acrediten un permiso de conducir vigente.
Peor panorama aún presenta la isla de Ibiza, que no cuenta actualmente con un centro de exámenes propio, sino que se desplazan examinadores allí desde Palma. Por ello las autoescuelas han reclamado en numerosas ocasiones la presencia de examinadores propios en la Isla para poner fin a las demoras y a la inseguridad en la planificación de pruebas.
Desde la Asociación Balear de Autoescuelas también vienen advirtiendo que la dependencia de Mallorca no solo genera retrasos en las convocatorias, sino que también puede llevar a la cancelación de exámenes.