En cuarentena tras varios positivos el hotel de inmigrantes que ocultan Espadas y Sánchez a los sevillanos

El Hotel Nuestra Señora de Valme, en el sevillano barrio de Bellavista, desde el pasado mes de diciembre reconvertido a escondidas y sin informar a nadie en centro de acogida de inmigrantes ilegales, ha registrado varios positivos por coronavirus Covid-19 entre los acogidos, lo que ha llevado a cerrar prácticamente a cal y canto el edificio, tal y como ha podido comprobar OKDIARIO Andalucía que, al contrario de lo que se podía apreciar hace apenas unos días, tras varias horas frente al hotel no ha visto ni a uno solo de los inmigrantes ilegales que se encuentran en su interior. El motivo: la cuarentena.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, sigue ocultando la existencia del centro de acogida pese a las insistentes preguntas de Vox. De igual modo, se oculta el hecho de que haya varios positivos en el antiguo hotel, pese a que el trajín antes de ponerse en cuarentena era más que constante.

En el hotel viven, al menos, una treintena de inmigrantes ilegales, entre los que se encuentran, tal y como pudo comprobar este periódico, mujeres y niños, a los que se les ha asegurado, por lo menos, una permanencia de seis meses en el centro.

Un antiguo hotel que, como ya avanzó OKDIARIO Andalucía, está ahora completo. «No hay ninguna habitación libre», reconocía el recepcionista del antiguo hotel, que admitía hace unos días que llevan ahí instalados desde el pasado 1 de diciembre.

En la puerta del centro sigue colgando un amplio cartel que indica que el Hotel Nuestra Señora de Valme es ahora gestionado por todas las instituciones posibles: CEAR (la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, financiada al 100% con fondos públicos), el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la Unión Europea, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla.

Según admitía el recepcionista del ya antiguo hotel a OKDIARIO Andalucía, hay «otros cuatro centros más como este» en Sevilla. Las habitaciones, por supuesto, están todas completas ante la avalancha de inmigrantes ilegales que alcanza las costas andaluzas durante los últimos meses.

«Están todas para ellos. No hay ninguna habitación libre, todo completo», reconoce el recepcionista, que afirma que el hotel lleva siendo una casa de acogida de inmigrantes desde el pasado 1 de diciembre.