‘Barbie’, el taquillazo del año nominada a 5 Oscar entre polémicas
Greta Gerwig y Margot Robbie noi han sido nominadas como mejor directora y mejor actriz.
Quiniela de los Oscar 2024
Dónde ver todas las películas nominadas a los Oscar 2024
Oscar 2024: nominados, candidatos y favoritos
'La Favorita 1922': así es la serie que nos va a enamorar en Telecinco
Premios Gotham 2024: 'A Different Man' vence a las grandes favoritas y se convierte en la Mejor película
Con casi 1.500 millones de dólares recaudados a nivel mundial y siendo la película más taquillera del año, Barbie se ha convertido en todo un fenómeno social. Barbie tiene 5 nominaciones al Oscar en 2024 y aunque opta al de Mejor película, el hecho de que Greta Gerwig y Margot Robbie hayan sido ignoradas en la categoría de dirección y de interpretación femenina, le ha restado posibilidades de éxito en la gala más relevante del cine. El único premio que realmente puede alcanzar es el de Mejor guion adaptado. Gane o no alguna estatuilla dorada el próximo 10 de marzo de 2023, nadie puede negar el poder de una cinta que ha generado tanto entusiasmo como rechazo y que no ha dejado indiferente a nadie. Un artefacto tan tramposo como efectivo con un mensaje feminista muy directo (y muy obvio) pero que no deja de ser una vilguería visual muy potente y con una narrativa gamberra y muy divertida. Puede que Barbie no sea la mejor película del 2024 pero sí es la más importante. Es más, su campaña de promoción pasará a la historia y será estudiada en cualquier facultad de publicidad y marketing.
¿De qué va ‘Barbie’?
En la película se nos propone un universo en el que los muñecos de Mattel tienen su propia realidad paralela. En Barbieland , todas las Barbies disfrutan de sociedad matriarcal donde son ellas las que llevan la voz cantante. Un mundo soleado y rosa dirigido por mujeres profesionales y en la que el hombre, los Ken, son meros objetos decorativos. Pero, de repente, una Barbie estereotípica empieza a tener pensamientos filosóficos sobre la muerte y, lo que es peor, ¡le sale celulitis!.
Para poder volver a ser la muñeca perfecta de medidas imposibles, Barbie tendrá que viajar al mundo real y arreglar la relación con la niña a la que pertenece. La rubia más icónica del mundo irá acompañada de un Ken perdidamente enamorado de ella que pronto descubrirá, para su alegría, las ventajas de una sociedad patriarcal.
Universos paralelos (y muy rentables)
Barbie comienza con una propuesta metalingüística que bebe mucho de El show de Truman, Matrix y de las corrientes platónicas (somos marionetas en universos falsos e irreales) para derivar en parodias tipo Scary Movie. Eso sí, Greta Gerwig es lo suficientemente lista como para, aparte del discurso político que vende, ofrecernos momentos realmente emocionales (como esa decisión final de la protagonista o la revelación de las auténticas motivaciones de Ken) y darle otra dimensión a su historia.
Es gracioso ver cómo muchos espectadores han definido esta cinta como un ‘gol’ que Gerwig le ha metido al sistema y más concretamente a Mattel, empresa responsable de la muñeca que, en la película, es retratada como un enjambre de machos alfas. En realidad, todo está medido para ganar dinero. Hay veces que la autocrítica no es más que una estrategia para que se hable más de uno mismo y lucrarse. Se pueden mofar de Mattel todo lo que quieran pero en un año han vendido más muñecas y mercandanching que en toda su historia. ¿Quién ríe el último?
¿ Feminismo obvio pero necesario?
Barbie no es una película sutil. Su discurso es muy claro y no ofrece más tema que el de la emancipación de la mujer y su papel dentro de una sistema patriarcal. Para ciertos sectores, el discurso puede resultar excesivamente obvio pero, desgraciadamente, no lo sea tanto para algunos espectadores. Lo bueno que tiene el guión que han escrito a la limón Greta Gerwig y su marido, Noah Baumbach, es que ha puesto toda la carne en el asador de la ironía. Tan pronto llaman fascista a Barbie como relacionan los caballos y El padrino con el machismo más rancio. Todo es una locura supuestamente subversiva que, sin embargo, no deja muy claras las normas que rigen el universo propuesto (no se entiende la facilidad para entrar y salir de Barbieland, por ejemplo).
Cuando los protagonistas acceden a nuestra realidad, ésta tampoco está libre de parodia. de hecho, los directivos de Mattel son una caricatura tan extrema que se consigue el efecto contrario a lo que se pretende: el patriarcado no da miedo (en la película) porque es ridículo, no parece real.
Mujeres de rosa y poderosas
Pero si hay algo que hay que aplaudir de Barbie es el empeño de sus creadores. Margot Robbie no es sólo la protagonista perfecta (lo que hace ante la cámara es muy difícil en realidad), es la impulsora del proyecto. Como productora podía haber hecho un producto al uso, con una historia clásica con un personaje tan icónico. Pero no, la australiana le dio carta blanca a Gerwig para explorar lo que ella quisiera y con un presupuesto millonario. Todo un riesgo en la industria cinematográfica que es de admirar. La pirueta les ha salido redonda, puede que no se lleve muchos Oscar, tampoco los necesita. El poder de Barbie, su importancia, va mucho más allá de una estatuilla dorada.