Pederastia en el bastión independentista del Monasterio de Monserrat: 2 años de cárcel para a un monje
Pederastia y ruina en el bastión religioso del independentismo catalán
El bastión religioso del independentismo catalán se tambalea por la primera condena por pederastia a un monje de la Abadía de Montserrat. El padre Gabriel ha pactado con la Fiscalía que le pedía 5 años de cárcel para reducirlos a dos años de prisión tras aplicársele los atenuantes de confesión y reparación del daño. El procesado ya había consignado 25.000 euros para la indemnización de la víctima y ha confesado a continuación. A la vez, la defensa ha pedido que con una condena mínima de dos años se le suspenda la ejecución de la pena para que el condenado no entre en prisión.
No es la primera vez que El Monasterio de Montserrat, un espacio religioso icónico para el separatismo catalán se ha visto implicado en casos de pederastia dentro de la Iglesia. Antes que éste monje fueron denunciados otros dos religiosos más de Montserrat por pederastia, uno de los religiosos falleció, en el segundo caso los abusos están prescritos, y el tercer caso es el del monje Gabriel al que acaba de condenar la Audiencia Provincial de Barcelona.
La sentencia en sus hechos, admitidos por el condenado, declara probado que el acusado estableció una relación prolongada en el tiempo con la víctima hasta que el monje le invitó a pasar un fin de semana en el Monasterio de Montserrat del 3 al 5 de mayo de 2019. Para entonces, el religioso se había convertido en «referente personal y guía espiritual» para el joven hasta el punto que este último le contaba sus secretos y problemas al religioso. El condenado no puede recurrir la sentencia ya que ha llegado a un acuerdo judicial.
Cava y abusos
En ese fin de semana de mayo de 2019, el monje invitó al menor (entonces tenían 39 y 17 años respectivamente) a pasar el fin de semana en el monasterio. Una de esas noches, el abusador confeso aprovechó para acudir a la celda en la que se hospedaba el joven y compartir una botella de cava con él para aprovecharse de su estado de embriaguez y perpetrar los abusos.
El religioso propuso al adolescente compartir la botella a pesar de que el joven le dijo que prácticamente nunca había bebido alcohol y nunca se había emborrachado. La víctima, resalta la sentencia, no se negó porque había bebido, por la diferencia de edad, por la influencia del entorno en el que se encontraba y sobre todo, por «la ascendencia» del pederasta sobre él. «De todo esto se aprovechó conscientemente el monje», concluye la sentencia.
Salpicada por los casos de pederastia, la Abadía de Montserrat, por su parte, ha condenado enérgicamente «todo tipo de abuso, en especial contra los menores», y confirma que asumirá la indemnización de 20.000 euros a la víctima, ante la falta de bienes del monje pederasta para hacerse cargo del pago. El proceso canónico contra el monje pederasta arrancará una vez terminado el proceso penal.
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