Crisis del coronavirus

El perro Elko de los GEO herido de bala en Valladolid ya es un héroe en su unidad: «El tiro iba para nosotros»

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Elko, el perro policía de los GEO herido en Valladolid.
Pelayo Barro

Elko, un ‘agente’ canino perteneciente al GEO de la Policía Nacional, fue herido por el disparo de escopeta de un hombre que el pasado domingo se atrincheró armado en su domicilio de Valladolid. El perro se interpuso entre el tiro y los agentes de intervención, que ya le consideran un héroe en su unidad. El can ha sido operado y ya está fuera de peligro.

Pasaban las dos de la tarde del pasado domingo 3 de mayo cuando una detonación se escuchó en el barrio de Las Delicias de Valladolid. No era la primera que efectuaba esa mañana José Antonio, un octogenario que desde las once de la mañana había comenzado a realizar disparos al aire con armas de caza.

Los vecinos, alertados, llamaron a la Policía y la Delegación del Gobierno decidió avisar a un equipo de intervención de los GEO con base en Guadalajara. Llegaron al lugar en torno a la una de la tarde. Tras pertrecharse con escudos balísticos y preparar sus subfusiles de asalto consiguieron acceder al balcón de un vecino.

Los agentes intentaron calmar al hombre, pero sin éxito: ese último disparo que efectuó José Antonio pasadas las dos de la tarde impactó de lleno sobre Elko, el perro pastor negro que acompañaba al equipo de los GEO. Se había adelantado unos metros en un intento por reducir al hombre, que respondió apretando el gatillo de su escopeta de cartuchos. Parte de las postas se alojaron en el pecho del animal, provocándole una herida de consideración.

El resto de sus compañeros humanos aprovecharon el momento para disparar en el brazo al agresor y reducirle sin causarle mayor daño. Una intervención limpia de no ser por el «taponazo» (el disparo) que recibió Elko, que en ningún momento se separó de su guía.

«Iba para nosotros»

Ahora es un héroe para su equipo. «El compañero se comió de lleno el taponazo, que iba a ser para uno de nosotros», relataba horas más tarde uno de los agentes GEO del operativo en un audio enviado a sus compañeros. «Que dé un paso al frente el operativo que después de recibir un taponazo puede continuar de forma normal», advertía recordando la fortaleza mostrada por el animal.

El can finalmente fue llevado ante un veterinario para analizar las heridas sufridas. Ha necesitado pasar por el quirófano para extraerle una docena de esquirlas de metralla que estaban alojadas en su pecho, como quedó reflejado en las radiografías que se le practicaron.

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Elko durante la exploración del veterinario.

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Radiografía de las esquirlas en el pecho de Elko.

Posible retiro…y medalla

La operación fue un éxito y Elko se recupera. Ahora, según fuentes policiales consultadas por OKDIARIO, tocará analizar si las heridas fueron de suficiente consideración como para obligar al can a pasar a situación de retiro. A una vida más tranquila alejada del peligro de un perro de élite policial. Es bastante probable, dicen.

Eso sí, llegado el caso, posiblemente pase su jubilación con una medalla al cuello, una de las menciones honoríficas que el Ministerio del Interior creó en 2015 para aquellos canes que demuestren un excepcional desempeño de su labor. Se entregan a la vez en cada celebración del Día de la Policía, el 2 de octubre. La festividad de los Ángeles Custodios. Y a ojos de sus compañeros humanos, Elko fue su ángel custodio particular el pasado domingo en aquel balcón de Valladolid.

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