Detenido un viajero mauritano por presunta agresión sexual a una trabajadora del aeropuerto de Barajas
El detenido atacó a la trabajadora en el baño y se bajó los pantalones ante ella
El viajero golpeó a la mujer que le denunció por tentativa de agresión sexual
La Guardia Civil ha detenido ésta madrugada del miércoles a un viajero de Mauritania en el aeropuerto de Barajas por una presunta tentativa de agresión sexual a una trabajadora de la limpieza del edificio, confirman fuentes policiales a OKDIARIO.
Los hechos tuvieron lugar a las 00:10 del martes en el baño masculino de la zona de tránsito del aeropuerto, cuando el detenido, originario de Mauritania, tuvo un enfrentamiento con una de las trabajadoras de la limpieza llegando a golpearla y tirándola al suelo. Según la denuncia de la víctima, el hombre llegó a bajarse los pantalones en una tentativa de agresión sexual.
Debido a la zona donde se produjeron los hechos, el detenido lo realizó la Guardia Civil en Barajas, tras recibir el aviso de la Policía Nacional.
La denuncia de la trabajadora se correspondía en parte con la grabación de las cámaras de seguridad del aeropuerto que grabaron como el hombre entraba en el baño y la mujer salía afectada y directa a denunciar a la Policía Nacional. Los agentes avisaron a la Guardia Civil que localizó y detuvo al presunto agresor que se disponía a coger otro vuelo a Colombia.
El detenido en Barajas no forma parte del contingente de inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo que han provocado la crisis migratoria en el aeropuerto. El hombre continúa detenido en dependencias del aeropuerto mientras los guardias terminan el atestado antes de pasarlo a disposición judicial por agresión o tentativa de agresión sexual.
Éste último detenido en Barajas, es un nuevo incidente que se suma a la situación de colapso del aeropuerto debido a la afluencia de decenas de inmigrantes ilegales aprovechando la falta de requisitos con los visados de tránsito. Más de 450 inmigrantes se hacinan a día de hoy en las cuatro salas de asilo, entre graves problemas de insalubridad e intentos de fuga.
El coladero migratorio de Barajas
Los policías, en concreto el SUP, culpa en gran medida de la situación a las mínimas exigencias que tienen los inmigrantes ilegales que llegan al aeropuerto. Tan sencillo como que los inmigrantes entran de forma ilegal en España a través del aeropuerto de Barajas desde Senegal, Marruecos o Kenia. Allí embarcan con la Royal air Maroc en Casablanca (Marruecos) con destino final a El Salvador, Viru Viru (Bolivia) o Sao Paulo, pero siempre en vuelos con escala en Madrid.
Los inmigrantes se aprovechan de que esos países de destino no les piden visado, sólo en algunos casos se les exige que depositen 1.000 euros para entrar en esos países y siempre se les permiten hacer escala en la zona internacional de Madrid, que en realidad es su objetivo principal.
Al llegar a Madrid, los inmigrantes se deshacen de la documentación que les identifica y van directos al puesto fronterizo para pedir protección internacional, es decir, asilo. Otros esperan en la zona internacional a que se haga de noche para trepar por las vallas contiguas al puesto fronterizo del interior de Barajas y entrar fácilmente y de forma ilegal en territorio español.
«El resto de inmigrantes pasan sus días encerrados en las salas por cientos, ante la dejadez de AENA y el Ministerio del Interior», apuntan fuentes del SUP. Las mismas fuentes policiales recuerdan que los asilados y los inmigrantes inadmitidos no pueden estar mezclados en la misma sala, pero la normativa se infringe continuamente.
Una vez allí, la llegada de inmigrantes es tal que desde hace meses desbordaba las dos salas de asilo preparadas para ingresarles bajo control mientras se tramitan sus solicitudes. Entre basura sin retirar, cucarachas y chinches, decenas de inmigrantes se hacinan en las salas y las peleas por el reparto de comida de las ONG son habituales.
Dejadez de Interior
La respuesta fue abrir una tercera sala «provisional» para acoger a las mujeres y niños que ya lleva funcionando meses y a la que fuentes policiales del aeropuerto califican «la sala de la vergüenza» por las duras condiciones de habitabilidad.
El asunto es de tal magnitud que los tres jueces titulares de los juzgados responsables de las salas de inmigrantes irregulares en Barajas ya exigieron en diciembre de 2023 a Fernando Grande-Marlaska que pusiera fin a la situación de hacinamiento de una vez por todas, sin que hasta ahora se haya hecho gran cosa al respecto.
Los jueces urgían a Grande-Marlaska a atender especialmente a los 19 menores de edad y sus familias que se encuentran en esas salas «cuya intimidad se está viendo vulnerada». Ahora, los afectados son muchos más.
Durante meses Interior no tomó ninguna medida, según fuentes policiales, hasta que ahora, meses después de las primeras quejas y ante la intervención de la ONU y del Defensor del Pueblo, el Gobierno ha reaccionado reforzando el dispositivo policial de aeropuerto y abriendo una cuarta sala para alojar a los cientos de inmigrantes que desbordan el aeropuerto. Igualmente se ha establecido la obligatoriedad del visado de tránsito para los «vuelos calientes» procedentes de Kenia y otros lugares, aunque aún no se ha reaccionado frente a los de Royal Air Maroc, denuncian fuentes del aeropuerto.