La tercera víctima: un padre de 35 años con 4 hijos al que buscaron durante horas bajo los escombros
David tenía 35 años y es uno de los cuatro fallecidos en la explosión del edificio de la calle Toledo
EXCLUSIVA: Así ha quedado por dentro el edificio parroquial de la calle Toledo tras la explosión
Los bomberos finalmente han encontrado el cuerpo de David Santos, el joven desaparecido tras la explosión que ha desatado el pánico en la calle Toledo de Madrid. Este feligrés de la parroquia Virgen de la Paloma tenía 35 años y era padre de cuatro niños y hoy estaba en la sede de la Vicaría VI del arzobispado de Madrid, epicentro de la tragedia. A eso de las tres de la tarde las llamadas al servicio de Emergencias se amontonaban arrojando más confusión que datos. Lo que al principio era una explosión en una residencia de la tercera edad se revelaba como una enorme tragedia en el edificio de al lado, el número 98 de esa misma calle Toledo, propiedad de la Iglesia.
Instantes antes de la explosión había varias personas en el interior de ese edificio de Madrid, pero los que se encontraban en el peor sitio posible eran David y Rubén. Fuentes cercanas al lugar del suceso, y con todas las cautelas que conlleva que exista ya una investigación abierta, han explicado a OKDIARIO las primeras conclusiones obtenidas sobre el terreno. Al entrar al edificio los servicios de emergencias han localizado a supervivientes milagrosamente ilesos, a personas heridas de diversa consideración y a una persona muy grave. En los aledaños del edificio lamentablemente se han localizado a cuatro personas fallecidas que simplemente pasaban cerca de una edificación que literalmente ha dejado caer sobre ellos el peso de tres pisos de escombros.
Rubén, el más grave de los heridos, sufrió de lleno los efectos de una de las dos explosiones que ha habido en el edificio. Allí también estaba David, el hombre al que han buscado durante horas y que finalmente ha fallecido en la explosión elevando a cuatro el número de víctimas mortales.
Los servicios de emergencias han hallado sus restos tras una complicada búsqueda. Su localización se ha complicado no sólo por encontrarse en una parte del edificio seriamente dañado en los estructural y en llamas, sino porque al parecer la acometida del gas, la llave de paso que une la red de suministro del combustible con el inmueble, seguía abierta a la llegada de los bomberos y estos han tenido que esperar a que unos técnicos la sellen para trabajar con toda la seguridad que una situación así puede ofrecer.
Y ahí es donde los primeros miembros de bomberos que han llegado a la zona se atreven a aventurar la causa del incidente: por algún motivo la apertura de esa acometida de gas se ha mantenido el tiempo suficiente como para alimentar el ambiente del edificio de gas acumulado hasta que en un momento dado y por un motivo concreto un acelerante ha provocado las explosiones que casi tiran abajo el edificio del arzobispado. Muy claro lo han tenido que ver cuando el propio alcalde, José Luis Martínez-Almeida ha señalado esa como posible origen de un incidente que podría haber sido mucho más grave teniendo en cuenta la cercanía de un colegio y una residencia de la Tercera Edad.
Las fuentes consultadas por OKDIARIO sospechan que por motivos que determinará la investigación nadie se percató de esa fuga que estuvo llenando de gas el lugar donde estaban trabajando al tiempo que ascendía por el edificio. A partir de ahí cualquier chispa pudo ser literalmente el origen de la tragedia que le ha costado la vida a cuatro personas y hace que Rubén esté peleando por su vida en el hospital La Paz de la capital.
Imágenes de la explosión
OKDIARIO ha publicado en exclusiva imágenes del interior del edificio en el que se ha producido la explosión de gas. El vídeo ha sido filmado por uno de los sacerdotes que ha sido rescatado tras la explosión. «Acaba de estallar nuestra casa por la tubería del gas y estoy atrapado en el quinto piso. Hay un incendio, no puedo bajar», dice el cura.
Los servicios de emergencias desplegados esperan a que no se produzcan bolsas de gas para que los perros de la Policía puedan acceder y buscar posibles víctimas entre los escombros. Tres plantas y las buhardillas prácticamente se han volatilizado por la explosión. Según fuentes municipales, se espera que las próximas horas se produzca a un derrumbe controlado del armazón del edificio que ha quedado en pie.