TOLEDO

La Guardia Civil busca con drones y georradar a Roberto, desaparecido misteriosamente en Casarrubios

hermanos asesinados Casarrrubios
Despliegue de la Guardia Civil hoy en Casarrubios (Toledo)

La Guardia Civil registra con todos los medios a su alcance la finca donde un testigo vio por última vez el coche de Roberto García, desaparecido en la localidad toledana de Casarrubios en febrero de 2019. Los investigadores utilizan perros, un georradar, drones con cámara multi-espectral y potentes detectores de metales capaces de encontrar bajo tierra hebillas, botones y hasta prótesis dentales.

Roberto García, de 63 años, fue visto con vida por última vez el domingo 17 de febrero de 2019, aunque al día siguiente un testigo reconoció su vehículo circulando cerca de la finca donde ahora se buscan sus restos. En el momento del avistamiento, el teléfono móvil de la víctima ya estaba fuera de cobertura y su coche se encontró abandonado posteriormente, a los dos días de su desaparición, en el pueblo cercano de El Álamo.

Ahora, los guardias, vuelven a la finca cercana a Casarrubios con más medios y tras repasar las declaraciones de los testigos. Un grupo de guardias se dedica a pasar un potente detector de metales por el terreno previamente parcelado. El aparato es capaz de detectar bajo tierra hebillas de cinturón o botones, e incluso prótesis dentales. Los investigadores también operan con un georradar para detectar cadáveres enterrados que iran pasando paulatinamente por toda la finca. Igualmente, se apoyan en drones con cámaras térmicas y tecnología multi-espectro para investigar cambios en la vegetación y sus raíces que puedan indicar la proximidad de un cuerpo oculto.

La búsqueda arranca hoy, martes, pero está previsto que se prolongue durante toda la semana, y la premisa de la investigación sigue siendo la misma, a Roberto García le mataron para robarle los 30.000 euros que obtuvo de la venta de unos terrenos antes de desaparecer.

Bajo esa hipótesis, los guardias ya detuvieron al vecino de enfrente de Roberto acusado de estafa y de la desaparición del jubilado de Casarrubios. Los guardias descubrieron en las cámaras de seguridad al arrestado sacando dinero con la tarjeta del desaparecido en varios cajeros de Casarrubios y de otras localidades cercanas. En total fueron cuatro reintegros por valor de 1.200 euros.

El arrestado insistió en que se había encontrado la tarjeta bancaria del jubilado con un adhesivo incorporado que incluía su clave bancaria. Los registros posteriores en su domicilio y los interrogatorios a sus presuntos cómplices no arrojaron más luz sobre el caso y el juzgado instructor lo dejó en libertad cuatro meses después de su detención.

Desde entonces, el único sospechoso del caso se marchó del pueblo y vive en los alrededores de Barcelona, mientras la Guardia Civil continúa con la búsqueda de Roberto que, aseguran, nunca van a abandonar.

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