Sucesos

La Guardia Civil detiene a un sospechoso por la desaparición y asesinato del vecino de Casarrubios

Tres meses después de la misteriosa desparición de Roberto García, vecino de la localidad toledana de Casarrubios, la policía judicial de la Guardia Civil de Toledo ha detenido a un vecino de la víctima como responsable de la desaparición y del presunto asesinato con el móvil económico como trasfondo.

La Guardia Civil detiene a un sospechoso por la desaparición y asesinato del vecino de Casarrubios
Cartel de la desaparición de Roberto García

La familia de Roberto García de 66 años siempre ha insistido en que jamás desapareció por voluntad propia. Y la policía judicial de la Guardia Civil de Toledo siempre investigó el asunto como una desaparición inquietante.

La pista de Roberto se perdió a mediados del mes de febrero, justo días después de que cobrara el dinero de la venta de una propiedad. Sólo unos días después alguien sacó dinero con la tarjeta bancaria de la víctima en un cajero de Casarrubios y en otro del vecino pueblo madrileño de El Álamo. En total trescientos euros entre ambos cajeros ya que la víctima había establecido un límite de extracción de efectivo. La otra pista era la localización de un vecino que vio por última vez con vida a Roberto en un terreno de su propiedad.

Desde entonces la Guardia Civil puso todos sus esfuerzos en encontrar a los presuntos responsables de la desaparición de Roberto y hace semanas que había reunido indicios contra uno de sus vecinos. Un hombre de nacionalidad española que no llega a los cincuenta años de edad conocido por su carácter en el pueblo.

El detenido es el vecino que ocupa una vivienda en la misma calle del desaparecido y los guardias creen que no se trató de un plan elaborado al milímetro sino más bien que los delincuentes vieron la oportunidad y la aprovecharon.

A pesar de que los investigadores no dudan de que se trataba de un crimen con móvil económico y que tenían perfectamente centrado a su principal sospechoso prefirieron intentar encontrar los presuntos restos del desaparecido antes de proceder a la detención del sospechoso. Se trataba de reunir más indicios aún y de garantizar el consuelo de la familia.

Las batidas se fueron sucediendo una tras otra en las fincas y en el centenar de pozos que separan Casarrubios del El Álamo, con la participación de perros de rastreo, buceadores de la Guardia Civil y la ayuda de Protección Civil de Casarrubios, todos absolutamente convencidos de que Roberto no se encontraba lejos de allí. No hubo suerte.

Ahora, una vez descartada la posibilidad de hallar el cadáver en las próximas semanas, los investigadores detuvieron en la mañana del miércoles al presunto autor de los hechos que, de momento, se encuentra en los calabozos de la Comandancia de Toledo donde se ha negado a declarar. Previamente los guardias interrogaron a otra persona presuntamente relacionada con el caso que ha quedado en libertad.

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