Así está ahora Daniel Retuerta: qué fue del mítico niño de la serie ‘Compañeros’
'Compañeros' fue una de las series más vistas del momento
El actor tiene 35 años y sigue siendo un apasionado de la interpretación
Daniel Retuerta ha participado en proyectos muy importantes
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Daniel Retuerta se dio a conocer muy joven, con apenas nueve años, cuando fue elegido para dar vida a Lolo, el hermano pequeño de Valle (Eva Santolaria) en la popular serie Compañeros. Su personaje, travieso, entrañable y con salidas espontáneas, se convirtió en uno de los favoritos del público, aportando ternura y humor a una producción que marcó a toda una generación. Aunque su participación era secundaria, la presencia de Daniel resultaba imprescindible en el entorno familiar de su hermana ficticia y su talento precoz no pasó desapercibido.
Con ese primer papel, el protagonista de nuestra noticia entró en el selecto grupo de niños actores que se hicieron un hueco en el corazón del público español. No obstante, como ha ocurrido con tantos intérpretes que alcanzan la fama en edad temprana, su trayectoria posterior estuvo llena de matices. Tras el fin de Compañeros, se mantuvo activo en televisión con apariciones en series como Hospital Central o Amar en tiempos revueltos, aunque su gran salto llegaría más adelante, ya en su adolescencia, con su fichaje por El Internado.
Fue en aquella exitosa ficción de Antena 3 donde Retuerta daría un giro radical a su carrera, al encarnar a Roque, uno de los estudiantes del internado Laguna Negra, cuyo arco dramático se transformaría de manera inesperada. Lo que comenzó como un personaje simpático e inofensivo terminó convirtiéndose en uno de los grandes traidores de la serie, lo que tuvo consecuencias inesperadas incluso en la vida real del actor.
El Internado supuso un fenómeno televisivo sin precedentes, con una audiencia joven entregada a los misterios, relaciones y secretos de un colegio aislado y lleno de conspiraciones. En ese contexto, el personaje de Roque fue evolucionando hacia una dimensión más oscura, participando en asesinatos, encubriendo crímenes y traicionando a sus propios amigos. Para Retuerta, este reto supuso una oportunidad para demostrar su versatilidad interpretativa, alejándose del registro infantil que le había hecho famoso en sus inicios.
‘El Internado’ lo cambió todo
El impacto de El Internado fue tan profundo que, más de una década después del final de la serie, Daniel Retuerta sigue recibiendo insultos y comentarios ofensivos por redes sociales. Muchos seguidores, especialmente jóvenes que han descubierto la serie en plataformas de streaming, continúan vinculando su imagen real con la del personaje. Según ha confesado el propio Retuerta en el pódcast Animales humanos, todavía hoy hay personas que le culpan, con absoluta seriedad, de las decisiones de Roque, algo que él asume con ironía, pero también con preocupación por el límite difuso entre ficción y realidad.
Este fenómeno, tan común entre ciertos personajes icónicos, revela hasta qué punto una interpretación convincente puede dejar huella en el imaginario colectivo, especialmente cuando se trata de figuras asociadas a traiciones o actos moralmente condenables.
La nueva vida de Daniel Retuerta
Consciente de que el mundo de la televisión puede ser inestable, Daniel Retuerta ha optado en los últimos años por explorar otros formatos artísticos en los que se siente más libre. El teatro ha sido uno de ellos. Ha participado en montajes como Una noche en el Alhelí y Parejas formales, representadas en salas alternativas de Madrid como el Teatro Alfil o la Sala OFF Latina, donde ha podido reencontrarse con el placer de actuar sin la presión de quedarse encasillado.
Al mismo tiempo, ha ido consolidando una presencia estable en la industria digital. En Twitch, plataforma de streaming en directo, cuenta con más de 1.200 seguidores y emite contenidos muy variados, desde partidas de videojuegos hasta conversaciones sobre cine, arte o actualidad. Además, presenta junto a Marina Victoria el pódcast Charlas insignificantes, donde reflexiona con tono distendido y sin pretensiones sobre temas culturales, mezclando anécdotas personales y análisis con sentido del humor.
Daniel Retuerta, un artista muy completo
Otra de las facetas poco conocidas de Daniel Retuerta es su implicación en el mundo del freestyle, donde ha ejercido como juez en distintas batallas celebradas en Madrid. Su pasión por la improvisación y la cultura urbana lo ha llevado a colaborar con colectivos independientes, donde se valora su criterio, su conocimiento del lenguaje y su capacidad para analizar las métricas y el contenido lírico de los participantes.
Este vínculo con el mundo del freestyle no solo responde a una inquietud artística, sino también a una necesidad de estar conectado con formas de expresión contemporáneas que le resultan más sinceras y directas que los formatos tradicionales. Alejado de las alfombras rojas y las portadas de revistas, Retuerta ha construido un perfil más humilde y versátil, en el que cabe tanto la interpretación como la opinión crítica, el análisis cultural y la creatividad sin filtros. Si bien algunos de sus compañeros en El Internado, como Ana de Armas o Yon González, han seguido caminos muy mediáticos, él ha optado por otra vía: más discreta, menos mediática, pero también más auténtica.
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