¿Qué es la osteomielitis crónica?: la enfermedad que llevó a Javier Acosta a pedir la eutanasia

La sociedad y los sistemas de salud deben trabajar para garantizar que los pacientes reciban el respeto y la dignidad que merecen

Javier Acosta
Javier Acosta.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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La historia de Javier Acosta, un colombiano que solicitó la eutanasia debido al insoportable dolor que le causaba una infección de osteomielitis, ha puesto en el centro del debate temas complejos como el derecho a una muerte digna y la agonía de vivir con dolor crónico. La osteomielitis, aunque no tan conocida como otras enfermedades, es una condición devastadora que puede llevar a un sufrimiento extremo, y el caso de Acosta ha revelado la profunda angustia que esta enfermedad puede infligir a quienes la padecen.

La osteomielitis es una infección ósea causada por bacterias u hongos que se infiltran en el hueso, generalmente a través del torrente sanguíneo, heridas abiertas o cirugías. Las bacterias más comunes asociadas con esta infección son el staphylococcus aureus y, en menor medida, la escherichia coli. La infección puede provocar inflamación, dolor intenso y, en casos graves, la destrucción del tejido óseo.

El caso de Javier Acosta, de dolor, desesperación y derecho a morir dignamente, es una situación límite que aborda la necesidad de inversiones y de investigación y la necesidad de apoyo a estos enfermos. Y es que, este colombiano que sufría de osteomielitis crónica, decidió solicitar la eutanasia debido al dolor incesante e insoportable que le causaba la enfermedad. Después de múltiples tratamientos, cirugías y largos periodos de hospitalización, Acosta encontró que su calidad de vida estaba irreversiblemente deteriorada. A pesar de los esfuerzos médicos, el dolor persistente y la falta de opciones efectivas lo llevaron a optar por una muerte digna.

En Colombia, la eutanasia es legal desde 1997, y el derecho a una muerte digna se ha extendido para incluir a personas con enfermedades crónicas o degenerativas que causan un sufrimiento intolerable. El caso de Javier Acosta subraya la necesidad de abordar no sólo los aspectos físicos de las enfermedades, sino también el impacto psicológico y emocional que tienen en los pacientes.

También un recordatorio de la devastación que puede causar una infección aparentemente sencilla, sino también una llamada a mejorar el apoyo y la empatía hacia aquellos que viven con enfermedades crónicas debilitantes. La sociedad y el sistema de salud deben trabajar en conjunto para garantizar que todos los pacientes reciban el respeto y la dignidad que merecen en su lucha contra el dolor y la enfermedad.

Causas y formas de contagio de la osteomielitis crónica

Existen varias maneras en las que la osteomielitis puede desarrollarse:

Infección Hematógena:lLa bacteria u hongo puede llegar al hueso a través del torrente sanguíneo desde una infección en otra parte del cuerpo, como infecciones de la piel o del tracto urinario. Este tipo es más común en niños y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.

Infección contigua: ocurre cuando una infección en los tejidos circundantes, como piel o músculos, se extiende al hueso. Es común en adultos, especialmente después de una cirugía ortopédica o en personas con heridas abiertas y expuestas.

Infección directa: puede producirse por la introducción directa de microorganismos en el hueso, como en casos de fracturas abiertas o cirugía. Es particularmente frecuente en personas que han sufrido traumas graves o en aquellos que han tenido implantes quirúrgicos.

Síntomas y diagnóstico

Los síntomas de la osteomielitis varían dependiendo de si la infección es aguda o crónica. En casos agudos, los síntomas pueden aparecer rápidamente e incluir:

  • Dolor intenso y persistente en la zona afectada.
  • Hinchazón, enrojecimiento y calor en el área infectada.
  • Fiebre y escalofríos.
  • Fatiga y malestar general.
  • En la osteomielitis crónica, los síntomas pueden ser más sutiles y presentarse de manera intermitente. Además del dolor y la hinchazón, los pacientes pueden experimentar:
  • Úlceras o abscesos en la piel que drenan pus.
  • Infecciones recurrentes que no responden al tratamiento con antibióticos
  • El diagnóstico se realiza a través de una combinación de análisis de sangre, cultivos para identificar el microorganismo específico, imágenes como radiografías, resonancias magnéticas (RM) o tomografías computarizadas (TC), y en algunos casos, una biopsia del hueso afectado.

Tratamiento de la osteomielitis

El tratamiento de la osteomielitis es complejo y puede requerir un enfoque multidisciplinario. Incluye:

Antibióticos o antifúngicos: administrados por vía intravenosa y, en algunos casos, por un largo periodo de tiempo (semanas a meses). La elección del medicamento depende del tipo de microorganismo que causa la infección.

Cirugía: en casos graves, puede ser necesario realizar una cirugía para drenar abscesos, eliminar tejido óseo muerto o infectado, y estabilizar fracturas. En situaciones extremas, como cuando la infección no responde a otros tratamientos y amenaza la vida del paciente, la amputación puede ser considerada.

Terapias adyuvantes: como el oxígeno hiperbárico, que puede mejorar la circulación y ayudar a la curación del hueso afectado.

Vivir con osteomielitis crónica puede ser devastador. El dolor constante y el tratamiento prolongado con antibióticos fuertes pueden llevar a efectos secundarios severos, como problemas gastrointestinales, fatiga extrema y daño a órganos. La necesidad de múltiples cirugías y la incertidumbre constante sobre el éxito del tratamiento también pueden provocar ansiedad y depresión. La incapacidad para realizar actividades diarias y la dependencia de cuidados médicos continuos afectan profundamente la calidad de vida.

La prevención de la osteomielitis se centra en la higiene y el cuidado adecuado de las heridas para evitar infecciones. En el caso de cirugías ortopédicas, es crucial seguir protocolos estériles estrictos. Para aquellos que ya están afectados, el manejo del dolor es un componente esencial del tratamiento. Esto puede incluir medicamentos para el dolor, terapias físicas para mejorar la movilidad y soporte psicológico para ayudar a los pacientes a lidiar con el impacto emocional de la enfermedad.

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