Pericarditis: qué es, síntomas, causas y tratamientos de esta enfermedad
Entre las enfermedades que afectan al corazón, y al pericardio como membrana que lo protege, se encuentra la pericarditis. ¿Qué debes conocer sobre ella?
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La pericarditis es la inflamación e irritación del pericardio, una especie de saco doble que cubre y protege al corazón. Entre sus dos capas se encuentran pequeñas cantidades de líquido, cuya función es mantener humectado al músculo más importante de la anatomía humana. Por lo general, esta es una dolencia que aparece de forma repentina y que remite por sí sola dentro de plazos relativamente cortos, lo que impide identificar completamente las causas del problema.
Clasificación
Según su duración e intensidad, la pericarditis como patología se divide en cuatro categorías:
- Aguda, cuando su incidencia es menor a tres semanas y de manera discontinua.
- Incesante, se ubica dentro de un plazo superior a 21 días, pero menor a tres meses, aunque en este caso las molestias son continuadas.
- Recurrente, aparece entre uno y dos meses después de un episodio agudo.
- Por último, crónica: las molestias se prolongan por más de 90 días.
Esta inflamación puede afectar a personas de cualquier edad y género. No existe manera de prevenirla, tampoco de advertir a través de métodos estadísticos su posible ocurrencia. Casi siempre desencadena síntomas bastante molestos. Como cualquier afección, nunca puede tomarse a la ligera y mucho menos tratándose del órgano responsable de mantener vivo al organismo.
Síntomas comunes
Un molesto dolor en el pecho es el principal síntoma de la pericarditis. En algunos afectados. llega a producir punzadas tan fuertes que dificultan la respiración o mantener el cuerpo erguido. Ocasionalmente la intensidad de esta molestia, en combinación con el miedo y el estrés que genera un pinchazo entre los pectorales, consigue sacar lágrimas entre sus ‘víctimas’.
También puede manifestarse fiebre e hinchazón de las extremidades inferiores, desde las piernas, pasando por los tobillos, hasta los pies. Fatiga y tos seca también figuran entre las señales, junto con dificultades al momento de tragar alimentos sólidos y líquidos. En casos de infecciones, los escalofríos y episodios de sudoración repentina forman parte de los síntomas.
Causas probables
Como ya hemos visto en los párrafos superiores, en muchos de los casos de inflamaciones e irritaciones de la membrana pericárdica no se llega a identificar el factor detonante. Cuando esto ocurre se sospecha de alguna infección viral que fue combatida de forma silenciosa y con éxito por el sistema inmune del organismo.
Algunas enfermedades sistémicas, como lupus o artritis reumatoide, pueden desencadenar esta afección. En menor medida se produce en personas que padecen VIH, insuficiencias renales y tuberculosis. Eventualmente el origen se encuentra en una reacción negativa frente a algunos medicamentos.
Síndrome de Dressler
Es relativamente frecuente la aparición de pericarditis después que una persona se ha recuperado de un ataque cardiaco o de una cirugía al corazón. A estos episodios también se le conoce como pospericardiotomía, síndrome de infarto postmiocardial o lesión post cardíaca. Se producen como una respuesta automática por parte del sistema inmune a raíz de los daños sufridos en esta membrana. Es una afección que suele superarse sin mayores complicaciones, incluso sin que sea necesaria la administración de fórmulas farmacológicas. Sin embargo, como en todos los casos de estas inflamaciones, existen riesgos de complicaciones.
Casos extremadamente urgentes
Las escaladas peligrosas de esta afección se dividen en dos grupos. Al primero de ellos se le conoce como taponamiento cardiaco. El crecimiento anormal de las dos capas pericárdicas alcanza un nivel tan anormal, que se produce un desbordamiento del líquido que contienen dentro.
Por otro lado, con el nombre de pericarditis constructiva se califican los casos en que las paredes ganan grosor a raíz de las inflamaciones. Esto además de dificultar el bombeo de sangre puede generar cicatrices que generan mucho dolor.
Pericarditis y Covid
La irritación del pericardio no es un síntoma del nuevo coronavirus. Sin embargo, se han visto lesiones en esta membrana dentro de grupos de personas que superaron la enfermedad. Sin que estén completamente claras las causas de estos fenómenos.
En la mayoría de los pacientes estudiados se encontró un elemento común. Una afección que aparece entre los factores de riesgo frente al contagio del Sars Cov 2: deficiencias renales. Los especialistas trabajan para encontrar la relación directa entre causa y consecuencia.
No hay dolores ingenuos
Tampoco se debe caer en el extremo opuesto, en donde cualquier molestia se magnifica de manera exagerada. No se debe colocar a la ansiedad y al estrés en problemas que necesitan ser atendidos de manera urgente.
Pero los dolores recurrentes no deberían ignorarse. Responden a alertas que genera el cuerpo para atraer la atención sobre ‘funcionalidades’ y órganos que no están trabajando bien. Además, cuando las señales brotan desde la parte posterior del esternón, el llamado de atención asciende hasta las categorías de urgente y prioritario.
No menosprecies a este sistema de alarmas. Presta atención a tu organismo, escúchalo, seguro que quiere decirte algo. Si todo está bien, podrás seguir con tu día a día con tranquilidad. Si hay algo que atender y corregir, cuanto más temprano se detecten los problemas, mucho mejor.
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