Israel hará el primer trasplante de médula espinal del mundo: un hito contra la parálisis
De acuerdo con la OMS, más de 15 millones de personas en todo el mundo sufren lesiones de médula espinal


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Israel está a punto de convertirse en el escenario de un avance sin precedentes en la medicina regenerativa: el primer trasplante de médula espinal en un ser humano, desarrollado a partir de células del propio paciente. La Universidad de Tel Aviv anunció que la intervención se llevará a cabo en las próximas semanas y que podría suponer un antes y un después para millones de personas que viven con parálisis irreversible.
Las cifras son contundentes. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 15 millones de personas en todo el mundo sufren lesiones de médula espinal, provocadas en la mayoría de los casos por accidentes de tráfico, caídas o episodios de violencia. A día de hoy no existe un tratamiento curativo: los protocolos se limitan a estabilizar al paciente, prevenir complicaciones y facilitar la rehabilitación con fisioterapia, cirugía reparadora y dispositivos de apoyo como sillas de ruedas o férulas. Ninguna de estas soluciones logra restablecer por completo la función medular.
El equipo al frente de la innovación está dirigido por el profesor Tal Dvir, responsable del Centro Sagol de Biotecnología Regenerativa de la Universidad de Tel Aviv y científico jefe de la compañía biotecnológica Matricelf. «La médula espinal funciona como un cable eléctrico que conecta el cerebro con el cuerpo. Cuando ese circuito se interrumpe por un accidente o una lesión grave, las señales dejan de transmitirse y el paciente queda paralizado. Nuestro objetivo es volver a reconectar ese sistema dañado», explicó el investigador.
En qué consiste la técnica
La técnica consiste en reprogramar células sanguíneas del propio paciente hasta convertirlas en células madre con capacidad para transformarse en cualquier tejido. Paralelamente, se extrae tejido adiposo para fabricar un hidrogel personalizado que sirve de soporte en tres dimensiones. Sobre esa estructura, las células evolucionan en un tejido medular completo, diseñado a medida para sustituir la zona dañada. Una vez implantado, el nuevo segmento busca integrarse con la médula sana y reanudar la transmisión de señales nerviosas.
Los resultados previos en modelos animales han sido alentadores. En ratas con parálisis crónica, la implantación de esta médula artificial permitió que los animales recuperaran la capacidad de caminar. Estos hallazgos, publicados en la revista científica Advanced Science, han abierto la puerta a la fase clínica. El Ministerio de Sanidad de Israel ya ha autorizado un primer ensayo en ocho pacientes bajo la modalidad de «uso compasivo».
El propio Dvir subrayó que se trata de un hito nacional: «La tecnología nació en nuestros laboratorios y era fundamental que la primera operación del mundo se realizara en Israel». En la misma línea, Gil Hakim, director ejecutivo de Matricelf, destacó que «este paso marca el tránsito de la investigación al tratamiento real de pacientes» y señaló que, si se confirma su eficacia en humanos, la terapia podría convertirse en un nuevo estándar de referencia internacional en la reparación de la médula espinal.
El proyecto, que comenzó hace tres años, está considerado como una de las propuestas más prometedoras de la medicina regenerativa actual. Aunque todavía se encuentra en fase experimental, los investigadores confían en que el éxito de esta primera cirugía no sólo beneficie a los pacientes israelíes, sino que inaugure una nueva era en la lucha contra la parálisis a nivel global.