Enfermedades cardiovasculares en el confinamiento: no descuidar el corazón y acudir a los controles rutinarios
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Previsiblemente, y con el fin de frenar la pandemia, los españoles seguiremos confinados en nuestras casas hasta mediados del mes de mayo. Un tiempo en el que, por supuesto, no debemos relajar las precauciones higiénicas y normativas a la hora de salir a comprar al súpermercado o la farmacia, así como acudir a nuestras citas hospitalarias predeterminadas si contamos con alguna enfermedad crónica, como dolencias renales o cardiorespiratorias, un aspecto que convierte a este colectivo en grupo de riesgo.
Es muy importante también que, a pesar del confinamiento por el COVID-19, aquellas personas que sufren enfermedades crónicas acudan a las revisiones o a su médico si hay alguna complicación con normalidad porque los hospitales, como los de Quirónsalud, cuentan con circuitos limpios para atender a los pacientes con dolencias que nada tienen que ver con el coronavirus.
En el caso de la segunda dolencia, la cardiorespiratoria, es muy importante que el colectivo que lo sufre sea muy minucioso al seguir las normas sanitarias puestas en marcha por el Ministerio de Sanidad porque pueden enfrentar un mayor riesgo de infección por coronavirus, así como complicaciones derivadas de la misma.
En este sentido, el Dr. Cabrera, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, explica que la enfermedad coronaria y el COVID-19 comparten algunos factores de riesgo como «la edad, la obesidad, la diabetes mellitus o la hipertensión arterial». Por ello, detalla, «los procesos infecciosos, especialmente por coronavirus, implican un incremento en la agregabilidad de las plaquetas con mayor tendencia a la formación de trombos en las
arterias coronarias».
Y no sólo eso, el Dr. Cabrera advierte que «los antecedentes de enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardiaca, así como las arritmias cardiacas mal controladas y enfermedades valvulares avanzadas pueden agravar el desarrollo de la enfermedad COVID 19».
Circuitos limpios en los hospitales para la atención presencial de pacientes no afectados por COVID-19
Por esta razón, es fundamental que los pacientes sigan realizando todos sus seguimientos habituales, tal y como indica el experto: «Quirónsalud tiene una apuesta firme desde hace tiempo por la digitalización y los servicios no presenciales. Esto nos ha permitido poner en marcha desde el primer momento la atención personalizada no presencial-telefónica o por videoconferencia de nuestros pacientes. Cuando ha sido necesaria la atención presencial para exploraciones cardiológicas hemos dispuesto de circuitos “limpios” en alguno de nuestros departamentos para disminuir en la medida de lo posible el riesgo del contagio para el enfermo y el profesional».
No obstante, el Dr. Cabrera señala que durante la crisis sanitaria del coronavirus, las urgencias coronarias han bajado sobre todo por el miedo al contagio. «El descenso de estos pacientes ha sido significativo en todos los hospitales españoles y es algo muy preocupante» porque, según detalla, «no es posible que de la noche a la mañana tengamos un 40% menos de infartos de miocardio en nuestras unidades de hemodinámica». Las razones más poderosas que ha provocado este descenso de urgencias cardiorespiratorias, en opinión del Dr. Cabrera, ha sido «sin duda por miedo al contagio o evitar consumir recursos sanitarios» en un momento donde la sanidad ha sufrido un colapso por la crisis del coronavirus.
Reorganización del Servicio de Cardiología: turnos y descanso emocional
Estas últimas semanas, es cierto, se han llevado a cabo reorganización en muchos protocolos en los centros hospitalarios debido al coronavirus. El Dr. Cabrera explica que en su caso, el Servicio de Cardiología ha sufrido una remodelación de su organización por el nuevo proceso viríco al que nos enfrentábamos. «Los tiempos de exposición y la carga vírica son cruciales en el riesgo de contagio de los profesionales por lo que hemos tenido que considerar muchas variables personales y profesionales para establecer grupos asistenciales presenciales en el hospital y
atenciones no presenciales a los pacientes cardiológicos», concluye el experto de Quirónsalud.
Ha destacado, además, que la alternancia en los turnos presenciales ha sido clave para el «descanso emocional y disminuir los riesgos de
contagio». Ya que, según explica, atienden directamente a los pacientes con Covid-19 «dedicando cardiólogos a tiempo completo ‘reconvertidos’ en internistas y un segundo grupo de profesionales atiende las consultas o procedimientos no demorables cardiológicos de todos los pacientes ingresados». Y reconoce, además, que ha sido también «un reto continuar con las urgencias de 24 horas atendiendo los infartos agudos de miocardio».
Proteger a las personas con enfermedades cardiorespiratorias en el confinamiento
Todos debemos tener precauciones, pero las personas con enfermedades crónicas como esta mucho más. Desde Sanidad indican que para proteger y cuidar la salud cardiovascular los días que estamos en casa confinados es conveniente, en primer lugar, seguir una alimentación adecuada.
1. Más fruta o verdura y menos sal
La base de la dieta debe ser verduras, frutas, cereales integrales, frutos secos y proteínas sanas (legumbres, pescado, aves).
Es conveniente, además, reducir y restringir el consumo de sal, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir más de 5 g de sal al día. Es conveniente recordar también que la mayor parte de la sal está oculta en alimentos procesados.
En cuestión de grasas, dicen las normas sanitarias, mejor aceite de oliva y pescados y menos grasas de origen animal como las carnes rojas o los embutidos.
2. Menos tabaco o alcohol y más movimiento
Desde el Ministerio de Sanidad, además, recomiendan evitar el consumo de alcohol y de tabaco porque, defienden, empeoran las enfermedades cardiovasculares y debilitan el sistema inmunológico.
3. Más actividad y evitar el sedentarismo
Piden también que estas personas se mantengan activas dentro de sus casas y eviten el sedentarismo. Defienden que estar ocupado es la mejor manera para controlar la ansiedad y mejora su bienestar emocional, especialmente importantes para proteger su salud cardiovascular durante estos días.