España es el tercer país de Europa con más muertes por virus del Nilo: cómo evitar los contagios
La colaboración entre las autoridades, el sector salud y la ciudadanía es esencial para enfrentar este desafío de salud pública
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El virus del Nilo Occidental (VNO), una enfermedad transmitida principalmente por mosquitos, ha causado alarma en Europa en los últimos años. España, en particular, se ha convertido en el tercer país del continente con más muertes relacionadas con este virus. A medida que los casos aumentan y el impacto se hace más evidente, la pregunta clave es: ¿cómo se puede evitar esta amenaza creciente?
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC), ha contabilizado 69 casos humanos. Así, a la cabeza se encuentra Grecia (31), Italia (25) y España (12); seguidos de Hungría (2), Serbia (2), Francia (1) y Rumania (1). Sobre fallecidos, España se mantiene también en tercera posición, por detrás de Grecia e Italia.
El virus del Nilo es una enfermedad transmitida a los humanos principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados, que a su vez adquieren el virus al alimentarse de aves portadoras. Aunque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, en algunos casos, la infección puede llevar a complicaciones graves como encefalitis o meningitis, que pueden resultar fatales.
En los últimos años, España ha experimentado un aumento significativo en el número de casos y muertes por VNO. Las zonas más afectadas incluyen Andalucía, con brotes notables en Sevilla y Cádiz. Las razones detrás de este incremento incluyen el cambio climático, que ha favorecido la proliferación de mosquitos, así como la urbanización y el cambio en los patrones de uso del suelo, que han creado hábitats propicios para estos vectores.
Medidas de Prevención y Control
Dada la gravedad de la situación, es crucial implementar medidas efectivas para prevenir la propagación del virus y reducir el número de casos graves y muertes. A continuación, se presentan algunas estrategias clave:
1. Control de Mosquitos
El control de la población de mosquitos es fundamental para prevenir la transmisión del VNO. Las autoridades locales deben intensificar las campañas de fumigación, especialmente en áreas donde se han registrado brotes. Además, es vital eliminar los lugares de reproducción de mosquitos, como charcos y aguas estancadas, en zonas urbanas y rurales.
2. Protección Personal
La protección personal es otra línea de defensa importante. Se recomienda a las personas que viven o viajan en áreas afectadas que utilicen repelentes de insectos, especialmente durante el amanecer y el atardecer, cuando los mosquitos están más activos. El uso de ropa de manga larga y de colores claros, así como la instalación de mosquiteras en ventanas y puertas, también puede ayudar a reducir las picaduras.
3. Vigilancia y Detección Temprana
La vigilancia constante es esencial para detectar rápidamente nuevos casos y actuar en consecuencia. Esto incluye la monitorización de la salud pública, así como la vigilancia de aves y otros animales que pueden actuar como reservorios del virus. La detección temprana permite una respuesta más rápida y eficaz, minimizando el riesgo de brotes mayores.
4. Educación y Concienciación
Es crucial que la población esté bien informada sobre el virus del Nilo, sus riesgos y las medidas de prevención. Las campañas de concienciación deben dirigirse tanto a comunidades urbanas como rurales, con un enfoque especial en las áreas más vulnerables. Informar a las personas sobre cómo protegerse y qué hacer en caso de sospechar una infección puede marcar una gran diferencia en la reducción de casos.
El aumento de casos y muertes por el virus del Nilo Occidental en España es una preocupación seria que requiere una respuesta coordinada y efectiva. A través de medidas de control de mosquitos, protección personal, vigilancia y educación, es posible reducir significativamente el impacto de esta enfermedad. La colaboración entre las autoridades, el sector salud y la ciudadanía es esencial para enfrentar este desafío de salud pública y proteger a la población de futuros brotes.
Tratamientos contra los mosquitos
La empresa de control de plagas y sanidad ambiental Lokímica ha reforzado con nuevos y más medios, incluido drones, las actividades de control y tratamientos contra los mosquitos que propagan el virus del Nilo Occidental (VNO), tanto para la fase adulta -mosquito que vuela y que está generando el problema ahora de salud pública- como en larva -está en el agua estancada antes de ser adultos- para reducir los riesgos de transmisión y hacer frente a la situación de emergencia que se está viviendo.
De esta manera, el doctor en entomología y director técnico de Lokímica, Rubén Bueno, ha explicado que se combinan varios tratamientos. Por un lado, frente al mosquito adulto se hacen fumigaciones fundamentalmente en horario nocturno «en ausencia de personas» para ser «más eficaces», ya que, además, se puede penetrar más en la vegetación donde se ocultan estos mosquitos.
El producto utilizado en esta fase está autorizado por el Ministerio de Sanidad para su uso. «No hay ningún problema en utilizarlo, solo que hay que emplearlo en condiciones de mayor seguridad, siguiendo, como hacemos, a rajatabla las especificaciones del producto», ha detallado Bueno.
«En cuanto las microgotas del producto insecticida que aplicamos en vegetación contacta con el cuerpo de los mosquitos en cuestión de escasos minutos muere. Es una mortandad rápida la que provocamos, lo que va en consonancia con lo que buscamos», ha explicado.
Por otra parte, sobre el tratamiento frente a las larvas en masas de agua estancadas, señala que «el producto que utilizamos para matar las larvas de los mosquitos es biológico, una bacteria que afecta única y exclusivamente a las larvas de los mosquitos».
«No afecta al resto de fauna del entorno», ha detallado para añadir que una de las zonas en las que se está reforzando con «especial énfasis» este tratamiento es en los arrozales, zonas donde se unen los dos factores que necesitan estos mosquitos para desarrollarse, agua estancada y altas temperaturas. Esta bacteria hace que, una vez ingerida por la larva, «muera en cuestión de tres o cuatro horas».