Prueba estas albóndigas alemanas, frikadellen

Las tradicionales albóndigas alemanas, frikadellen, también son conocidas como kloppen, buletten, fleischpflanzerl, gehacktesbällchen, y por algunos otros nombres igual de difíciles de pronunciar, y todas tienen en común el hecho de ser muy populares y queridas en Alemania, hasta el punto de que un 75% de sus ciudadanos adultos pueden prepararlas sin necesidad de una receta. Estas albóndigas son también populares en Dinamarca, donde son llamadas frikadeller, y se considera que de ellas derivaron las mundialmente famosas hamburguesas.

El origen de las frikadellen no está muy claro, aunque hay cierto consenso en que podrían ser de origen danés u holandés, y que su preparación se habría difundido posteriormente en Alemania, Austria, Hungría, Polonia, Ucrania, Estonia, Noruega y un largo etcétera. La receta más antigua de frikadellen conocida es del siglo XVII, y está en el recetario de María Sophía Shellhammer, El cocinero bien instruído.

Sin embargo, las bolas de carne tienen una larga historia, que se remonta a tiempos de los asirios y al siglo IX a.C. y a un registro escrito conocido como las tablillas de arcilla de Yale, donde se encuentra una receta de albóndigas notablemente parecida al frikadellen y que incluye los siguientes ingredientes: carne picada, pan remojado, huevo, cebolla, perejil, pimienta y sal. Aunque los romanos tenían entre sus recetas bolas de carne picada, en España se asume que las albóndigas fueron invención de un poeta, cantante y gastrónomo de origen kurdo, que vivió en el emirato de Córdoba en el siglo VII.

Ingredientes:

Cómo preparar estas albóndigas alemanas, frikadellen:

1. Poner a remojar las rodajas de pan tostado en la leche durante unos diez minutos. A continuación, retirar y hacer migajas.
2. Pelar y cortar la cebolla en brunoise.
3. Poner en un bol la carne picada, el pan, la cebolla, el orégano, el pan molido, el huevo, la mostaza, el comino, la sal y la pimienta.
4. Mezclar bien y hacer las bolas de carne con las manos o con la ayuda de dos cucharas.
5. Verter en una sartén un chorro de aceite de girasol, calentar y freír las frikadellen, moviéndolas para que se cocinen de forma uniforme.
6. A medida que se cocinen retirar y colocar en papel de cocina para retirar el exceso de aceite.

Prueba estas albóndigas alemanas, frikadellen, y acompáñalas con arroz blanco y una ensalada de repollo con zanahoria. Son deliciosas, fáciles de hacer, económicas y seguramente vas a incorporarlas a tu menú semanal, y como parte de otras recetas, como los macarrones con albóndigas.