Son más que una mafia

El viejo axioma político clásico según el cual no existe democracia sin posibilidad de alternativa en el Poder Ejecutivo le parece al conglomerado sanchista que es algo que no se puede aplicar a don Pedro, porque es guapo, doctor en Economía (sic) y puso en las elecciones internas socialistas una urna llena de votos a su favor detrás de una cortina.
Quizá, como afirma Alfonso Guerra, de este último polvo (tratar de dar un pucherazo interno en el PSOE que delataba el alma democrática de Sánchez) se puede chapotear en los actuales lodos. Sucede, sin embargo, que en este detritus amarillo sacan tajada muchos, especialmente, aquellos separatistas, y neocomunistas que son los que decidieron, por precio, avalar en su día y sostener hoy a un primer ministro completamente desarbolado y repleto de indignidad.
Hace ya muchos años en Cataluña, ¡siempre Cataluña!, separatistas y socialistas se inventaron el Pacte del Tinell. ¿En qué consistía? Básicamente, era aunar voluntades desde la izquierda y los separatistas para impedir que una formación nacional (PP) pudiera volver al poder, una vez que el Gobierno de Aznar cayera. Zapatero fue clave en este asunto. Aquel bambi con cara de buen chico y mayor talante es hoy irreconocible por su proximidad a los golpistas, a los genocidas iberoamericanos, defensa de corruptos de toda clase y pelaje .
Aquel Pacte, ubicado en Cataluña, se extendió después a todo el Estado. Con la llegada de Sánchez al poder, la misma persona que intentó dar un pucherazo en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, dicho Tinell tomó cuerpo en toda España. Que la derecha democrática y liberal y los conservadores no lleguen nunca al poder de la nación. Éste es el asunto. Por eso Pedro Sánchez ataca a jueces, fiscales, periodistas y empresarios que no reman a favor de su permanencia. Por eso indultó a los golpistas catalanes, ha roto la Constitución, ha mentido de forma permanentemente grosera y ha roto la socialdemocracia hasta convertir el PSOE en un mal remedo de los antiguos comunistas.
Para impedir una democrática alternativa democrática contrataron a Leires, Koldos, Abalos, Cerdanes y nombres que todavía no conocemos pero terminaremos por poner sus apellidos. Por eso también han conseguido plasmar una mentira: que Sánchez ganó las elecciones del 23J del 2023 y poco menos que se trata del Cid Campeador a lomos de Babieca.
Utilizan los grandes medios de comunicación de titularidad pública como sus boletines parroquiales particulares y, por precio, han corrompido a profesionales que hasta su llegada estaban éticamente orientados. El sanchismo, antes que nada, es el intento de impedir una alternativa legítima y democrática, sin la cual la democracia se ahuyenta.
Corolario: tratar de impedir con malas artes, estirando las mentiras y utilizando arteramente los poderes del Estado no es otra cosa que autoritarismo, fascismo, fracaso y falsedad. Acusan a los demás de llevar a cabo lo que ellos practican sin sonrojarse.
¿En qué asuntos la estrategia de la banda ha quebrado? En la valentía de unos jueces y fiscales; en la persistencia y coraje de la Guardia Civil y en la resistencia de la prensa libre.
PD. Intuíamos que eran una mafia. ¡Nos quedamos cortos…!