El postureo ecologista de Sánchez se estrella con el Falcon

Mientras impone un ahorro espartano a los españoles con un decretazo energético, Pedro Sánchez se gastará 72.805 € de los fondos UE en placas solares para ‘su’ palacio de Doñana en pleno apagón eléctrico. Tras varios contratos de este tipo, el Ministerio de Hacienda ha abierto una nueva licitación destinada al suministro, montaje e instalación de la instalación solar fotovoltaica. Pocos creen que sea para mantener el aire acondicionado a 27 grados como lo exigen sus propias medidas.

Sánchez lleva gastados 1,5 millones en poner a punto el Palacio de Las Marismillas, -un terreno de gran valor natural, que se extiende en casi 11.ooo hectáreas de finca y varios kilómetros de playa virgen con  18 habitaciones y los mismos cuartos de baño- donde pasa parte de sus vacaciones como un auténtico marajá mientras exige ahorro a los españoles. Nuestro autócrata no ha escatimado en gastos en los últimos años para modernizar ‘su’ palacete: 8.221 euros en mosquiteras, 28.435 euros en la generación de agua potable, 191.000 euros en reformas de acondicionamiento o 35.083 euros para mejoras del solárium, entre otros arreglos.

Si no fuera Pedro Sánchez, diríamos que las placas solares son una inversión necesaria acorde con las exigencias medioambientales que exige Europa. Pero es que el ecologismo del líder socialista es pura filfa como lo demuestran los 27 vuelos de Super Puma y Falcon que ha realizado desde que se quitó la corbata. Como ha explicado OKDIARIO, cada vez que Sánchez moviliza el Super Puma para desplazarse desde La Moncloa a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz -una distancia de apenas 25,8 kilómetros- son precisos tres movimientos de esta aeronave, dos de ellos vacíos: desde el aeródromo de Cuatro Vientos -su base- hasta Moncloa, de ahí a Torrejón y, de nuevo, a Cuatro Vientos. La realidad es mucho menos verde y resiliente de lo que Sánchez nos quiere hacer creer, por más que trate de maquillarla con placas solares.