Illa, el voto útil del separatismo

El 12 de mayo hay que votar en Cataluña en clave de defensa de los derechos civiles, porque los partidos separatistas, y sus aliados, como los socialistas y los Comunes, están en plena ofensiva para acabar con nuestro sistema de libertades. Teresa Freixes, Nicolás Redondo Terreros, Miriam Tey, Joaquín Villanueva y servidor de ustedes hemos redactado el manifiesto «Por un voto constitucionalista sin engaños», en el que defendemos que el voto al PSC no es constitucionalista mientras la formación que dirige Salvador Illa pacte con partidos secesionistas que buscan acabar con el régimen constitucional. Y queremos invitarles a la presentación de dicho manifiesto, que tendrá lugar en el hotel NH Collection-Constanza (Deu i Mata, 69) de Barcelona el 7 de mayo a las 19:00 horas, en un acto conducido por Antonio Robles.

Uno de los motivos del show del presidente con sus cinco días de «reflexión» tenía como intención acaparar foco para Salvador Illa. Sánchez buscaba que el candidato del PSC se beneficiara de una movilización de su electorado ante los «ataques» de la «derecha» y la «ultraderecha» mediática y judicial contra su persona. Esta mentira, ampliamente difundida por el poderoso aparato de propaganda sanchista, pretende que ni un voto socialista se quede en su casa y, de paso, vampirizar al electorado de los Comunes de Colau y de ERC, para que Illa tenga un gran resultado. Sánchez quiere convertirse en el preferido de los catalanes que creen que en España hay lawfare judicial, asegurando que él lo va a combatir. Por supuesto, lo que realmente busca es depurar a los jueces independientes y poner a magistrados adictos a su régimen.

Y le puede funcionar. A los votantes de ERC les va un sistema judicial que garantice la impunidad de los delitos de sus dirigentes. De hecho, recordemos como el Govern de Puigdemont y Junqueras, en las leyes preparatorias del golpe de Estado del 1 de octubre, contemplaba un sistema judicial totalmente dominado por el poder político. Así que Sánchez les ofrece lo que siempre han deseado. Y ese trasvase de voto útil por parte del separatismo hacia el PSC ya lo vivimos en las elecciones generales del 23 de julio. El gran resultado de los socialistas en Cataluña se produjo a costa de ERC, que se dejó seis escaños por el camino. Esta es la realidad: Illa es una opción muy interesante para cierta parte del electorado secesionista, que le garantiza poder conseguir en Madrid sus objetivos políticos.

Por eso hemos de movilizarnos. A corto plazo nos debería dar igual que gane Salvador Illa, Carles Puigdemont o Pere Aragonès, porque sus formaciones están aliadas para intentar dinamitar el régimen constitucional del 78. Por eso es importante que los partidos que combaten el separatismo catalán, aunque no consigan la mayoría, tengan el mejor resultado posible. Hay que pensar en clave de futuro. El separatismo comenzó a cambiar Cataluña en 1980, tras la victoria de Jordi Pujol en las primeras elecciones autonómicas. Y el secesionismo lleva décadas de ventaja a los constitucionalistas, porque ha conseguido dominar buena parte de los resortes de poder políticos y sociales en Cataluña y ha reducido la presencia del Estado a la mínima expresión. Pero hemos de comenzar la reconquista ya, y el 12 de mayo tenemos la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa. Vayan a votar y, si no son catalanes, digan a sus amigos y familiares que vivan en esta comunidad que vayan a hacerlo. Y recuérdenles que el PSC y los Comunes son dos partidos separatistas más.