Bombazo en la zoología: revelan que las jirafas, en realidad, no son una sino 4 especies animales distintas

La jirafa siempre ha sido uno de los animales más emblemáticos de África. Con su largo cuello y su forma tranquila de caminar, durante mucho tiempo se consideraba una sola especie.
Sin embargo, una revelación científica ha sacudido los cimientos de la biología y obliga a replantear lo que dábamos por cierto.
De una especie a cuatro: ésta es la nueva clasificación de las jirafas en África
Lo que antes se concebía como una sola especie con varias subespecies ha quedado atrás. De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), las jirafas deben entenderse ahora como cuatro especies distintas: la jirafa del norte (Giraffa camelopardalis), la jirafa reticulada (Giraffa reticulata), la jirafa masái (Giraffa tippelskirchi) y la jirafa del sur (Giraffa giraffa).
Este cambio taxonómico no es un simple matiz académico. Cada una de estas especies habita en regiones diferentes de África y se enfrenta a desafíos propios: desde la presión de la caza furtiva hasta la reducción de su hábitat por la expansión agrícola y la desertificación.
La clasificación anterior, vigente desde 1758, no reflejaba la diversidad genética real de estos mamíferos y dificultaba estrategias de conservación más específicas.
Una investigación genética revela la diversidad oculta de las jirafas
La confirmación de esta nueva taxonomía es fruto de más de una década de trabajo liderado por la Giraffe Conservation Foundation (GCF) junto con el Centro Senckenberg de Investigación sobre Biodiversidad y Clima.
A partir de un exhaustivo análisis genético, los científicos encontraron diferencias tan profundas entre las poblaciones que resultaban comparables a la distancia evolutiva entre especies de osos como el pardo y el polar.
La propuesta inicial se presentó en 2016, pero la aceptación oficial tardó en llegar por la resistencia de la comunidad científica a modificar una clasificación histórica. El proceso incluyó la recolección de muestras en zonas inestables políticamente como Chad o Sudán del Sur, lo que dificultó el avance.
«Durante mucho tiempo se asumió que la observación visual era suficiente, y eso retrasó este hallazgo», señaló Julian Fennessy, cofundador de la GCF, en declaraciones recogidas por National Geographic.
La conservación de las jirafas: tres especies en peligro de extinción
La trascendencia de esta reclasificación va mucho más allá de lo académico. En 2016, la UICN ya había catalogado a la jirafa como «vulnerable» debido a la caída de casi un 40% de su población en tres décadas.
Ahora, con el reconocimiento de cuatro especies independientes, la situación se torna aún más crítica. Las estimaciones preliminares apuntan a que tres de ellas podrían ser incluidas próximamente en la Lista Roja de especies amenazadas.
La jirafa del norte y la reticulada son las que presentan mayores riesgos, con reducciones drásticas de sus poblaciones por la caza ilegal y la pérdida de ecosistemas. El siguiente paso será que la UICN evalúe a cada especie por separado para definir su grado de amenaza y priorizar diferentes acciones de protección.
Stephanie Fennessy, directora de GCF, advirtió que este descubrimiento debería ser un llamado de atención global: «Sería una tragedia perder una especie que acabamos de descubrir».
La nueva clasificación puede marcar la diferencia entre la supervivencia y la extinción de uno de los animales más emblemáticos de la Tierra.