Iglesias cierra la campaña sin hablar de ‘cloacas’ o ‘Dina’ por miedo a los papeles secretos de Villarejo
Pablo Iglesias ha cerrado la campaña electoral en Madrid sin referirse a las “cloacas policiales” o a las investigaciones judiciales de la Audiencia Nacional como ‘Dina’ o ‘Kitchen’ por miedo a la documentación secreta que contiene el sumario ‘Villarejo’.
El secretario general de Podemos ha obviado durante sus mítines y entrevistas los eslóganes y clichés que tan buenos resultados le proporcionaron en las últimas elecciones generales del 20-N de 2019. Entonces, el líder podemita utilizó como salvavidas para frenar su caída en picado temas tan recurrentes como Villarejo y las cloacas del Estado, el caso de la tarjeta telefónica de su ex asistenta Dina Bousselham o la comisión Kitchen sobre el espionaje al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas.
En lo que ha durado la intensa campaña electoral de las autonómicas madrileñas, Iglesias jamás ha verbalizado la palabra “cloaca” o se ha referido a las investigaciones de la Audiencia Nacional sobre el teléfono supuestamente sustraído a su colaboradora, Dina Bousselham. La hispano-marroquí dirige en la actualidad el digital La última Hora, el pravda de Podemos que supera con creces en bulos, mentiras y montajes a los tabloides ingleses o alemanes.
En el círculo político próximo a Iglesias aseguran que el dirigente populista arrastra un miedo atroz desde que el magistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ordenó una investigación en profundidad sobre la tarjeta del teléfono de Dina, que había sido destruida por el propio Iglesias después de que se la devolviera el presidente del Grupo Zeta.
En el círculo político próximo a Iglesias aseguran que el dirigente populista arrastra un miedo atroz por el asunto de Dina
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 remitió al Tribunal Supremo -el único que puede juzgar a Iglesias por su aforamiento como diputado- una exposición razonada sobre los diferentes delitos que podría haber cometido el ex presidente de Sánchez en el caso Dina: daños informáticos, revelación de secretos y denuncia falsa.
El alto tribunal devolvió la causa a la Audiencia Nacional para que completara la investigación contra Iglesias y otros imputados. Ahora el juez está pendiente del informe de la Policía Científica sobre la responsabilidad de Iglesias por la destrucción de la tarjeta del móvil que, supuestamente, fue robado. En función del resultado, García Castellón tendrá que citar a Bousselham para que declare si concede el perdón a su jefe por el destrozo de la tarjeta.
Un miedo atroz a la documentación de Villarejo
El caso Dina coloca a Iglesias en una posición judicial muy comprometedora si decide dejar la política tras los resultados electorales de mañana en Madrid. El abandono de la Asamblea madrileña conllevaría, así mismo, la pérdida de su aforamiento legal y pasaría a ser juzgado por los tribunales ordinarios. Mientras tanto, durante el tiempo que mantenga el acta de diputado regional -algo poco probable- Iglesias conservaría otro aforamiento tutelado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid.
Entre tanto, mientras no se cierre la causa Tándem, Pablo Iglesias seguirá mostrando un miedo terrible a los papeles y las grabaciones de Villarejo sobre Podemos y algunos de sus dirigentes. El ex comisario investigó la financiación ilegal de la formación podemita con fondos procedentes del régimen de Chávez y, más tarde, de Maduro. El agente operativo de la Policía conectó con altos cargos militares y de los servicios secretos venezolanos en el exilio para recabar datos sobre la formación morada. Toda esa documentación puede figurar entre los documentos intervenidos por los agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) en la redada policial que acabó con Villarejo en la cárcel, en noviembre de 2017.
Iglesias también siente pavor por las anotaciones de Villarejo en sus diarios y agendas sobre sus contactos con altos cargos de Podemos y de Izquierda Unida. Entre ellos destaca Juan Carlos Monedero, que llegó a mantener un encuentro personal con el comisario mientras, tanto él como Iglesias, lo señalaban como miembro de las cloacas.
Iglesias borró de su vocabulario la palabra “cloacas” por miedo a verse reflejado en el espejo de las alcantarillas
En la campaña de las elecciones madrileñas Iglesias borró de su vocabulario la palabra “cloacas” por miedo a verse reflejado en el espejo de las alcantarillas. Tanto él como su partido se aproximaron a Villarejo para que resolviera la repatriación de unos fondos bloqueados en un banco africano, como denunció ante el juez el propio comisario. El temor que persigue a Iglesias es que todas las suposiciones hayan quedado inmortalizadas en alguna del centenar de cintas que grabó el comisario.
Otros temores de Iglesias
Paralelamente a las investigaciones en la Audiencia Nacional, Iglesias tiene pendiente otra causa que le afecta a él directamente en el Juzgado de Instrucción 45 de Madrid. La ex abogada expulsada de Podemos, Mónica Carmona, lo denunció por apropiarse de las costas procesales por las que fue condenado el partido Unión del Pueblo Navarro (UPN) tras presentar en Pamplona una acción judicial contra el líder de Podemos.
Según la ex letrada de Podemos, la cuantía de las costas, que asciende a más de 7.000 euros, debería haberse ingresado en las arcas del partido porque Iglesias fue defendido por profesionales de la formación morada. Sin embargo, el líder podemita se apropió del dinero para su uso personal cuando los abogados percibían sus minutas con fondos del partido.
Otro asunto que llama la atención por el desinterés mostrado por Pablo Iglesias pese a que su grupo presionara en el Congreso para la creación de una comisión de investigación, es el caso Kitchen. Las pesquisas por el espionaje policial al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, que forman parte de una de las piezas de la operación Tándem, también ha sido obviado en los discursos electorales del líder morado.
Pablo Iglesias anda preocupado por la próxima comparecencia de Villarejo en las últimas sesiones de la comisión parlamentaria. El comisario, según ha podido saber OKDIARIO, detallará con precisión todas sus investigaciones sobre Podemos y el resultado de sus pesquisas. Otro de los policías citados por la Comisión Kitchen declaró a este periódico: “Estoy convencido de que a Iglesias y a Podemos le va a salir el tiro por la culata o, en el argot culinario -por Kitchen- se le va a quemar el pan en el tostador”.