Víctor de Aldama

Aldama, de ir de VIP a los mítines de su admirado Sánchez a hacerse fotos con la bandera franquista

Víctor de Aldama y Claudio Rivas, hoy en prisión, posan sonrientes con la bandera preconstitucional

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Víctor de Aldama, el empresario encarcelado por la trama que acorrala al Gobierno del PSOE, acudió como VIP a mítines de Pedro Sánchez, con el que llegó a hacerse una fotografía en una zona privada, y al mismo tiempo asiste a cacerías en las que posa sonriente con la bandera de la dictadura franquista. OKDIARIO ha tenido acceso a una foto reveladora realizada el 4 de enero 2023 en la provincia de Toledo en la que el comisionista investigado por la Audiencia Nacional posa con un grupo de personas con una enseña preconstitucional del águila y el lema de «Una, grande y libre». Entre las personas que le acompañan está Claudio Rivas, el otro empresario actualmente en prisión también por la trama del fraude de IVA con empresas de hidrocarburos.

Aldama, que tiene vínculos con varios ministros y ex ministros del Ejecutivo de Pedro Sánchez, disfrutó durante muchos años de una vida de lujo total. No paraba de viajar por todo el mundo para hacer negocios y presuntamente esconder dinero en sociedades en países con menor tributación. También trascendieron su galería de coches de lujo cuando se los incautaron. Igualmente era habitual de barcos de alta gama por Baleares. Así mismo, se conocía su pasión por el fútbol y su especial interés en lograr ser el presidente de un equipo –finalmente lo consiguió del Zamora CF–. Ahora, este periódico ha logrado constatar que el empresario de confianza de la trama ligada al PSOE tenía gusto por la caza.

La instantánea no deja lugar a dudas. Al menos 13 personas aparecen en fila. Aldama se sitúa en el centro. No llega a tocar la bandera que persigue el PSOE desde el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática pero esboza una sonrisa. Al pie de la imagen, al menos ocho venados de gran cornamenta. Dos de los integrantes del grupo evidencian ser menores de edad. También llama la atención cómo los cazadores que, aparentemente, simpatizan con el régimen franquista, disfrutan tras la mañana de monte de varios gintónics con su rodaja de limón. Todos ellos aparecen vestidos de los colores verdes y marrones habituales en las monterías en la sierra.

Varias de las fuentes próximas al caso hablan de que Aldama es «del color del dinero». Sus ideales políticos, unos días son afines a los de Pedro Sánchez y otros, a los de Franciso Franco. Combina los actos para impulsar al Partido Socialista, las visitas constantes a los ministerios comandados por el equipo de Sánchez y los contactos con Begoña Gómez con monterías en los que muestra simpatías contradictorias.

Víctor de Aldama, con Pedro Sánchez y con la bandera franquista.

Claudio Rivas es uno de los ideólogos de esas monterías. Se trata de mostrar poder a toda costa. Estas salidas al monte habitualmente se realizan en fincas de Castilla-La Mancha y Extremadura, donde desembolsan miles y miles de euros para conseguir que la jornada sea redonda. Acuden empresarios, banqueros, altos cargos, etc., en ocasiones, también junto a sus hijos. La Guardia Civil llegó a inspeccionar una finca en Coria (Cáceres) ligada a Rivas, donde podían aparecer documentos clave, pero finalmente no fue así.

Safaris

La aparición de cacerías no es algo nuevo en estos casos judiciales. Las fotografías de Claudio Rivas cazando leones, leonas e incluso ñus en África causaron un gran revuelo en la opinión pública. Para acudir a estos viajes, la trama investigada no escatima en grandes hoteles e incluso viajes en  aviones privados. Cabe recordar que el fraude del IVA con la gasolina les reportó al menos 182 millones de euros, según el juez de instrucción, Santiago Pedraz. Para lograr cometer ese cometido se apoyaron en una licencia del Gobierno que lograron presuntamente con un soborno. La trama organizó una reunión con el jefe de gabinete de la ministra de Industria, Reyes Maroto, para tratar el tema. En ese momento, Aldama pagaba a varios de los involucrados a cambio de esas gestiones al más alto nivel.

Para tramitar los permisos de armas, también la trama usaba esta operativa. Uno de los guardias civiles imputados, según la Unidad Central Operativa (UCO), consiguió una autorización para Claudio Rivas en 2021. Las fotos con las piezas cazadas en África fueron enviadas por ese empresario a sus socios.  «Su puta madre, vaya bichos. Joder, increíbles», comenta Aldama por el móvil, tal como recogen los investigadores. «Sí, con una de las leonas se complicó, pero el 375 Hollan Hollan (sic) lo solucionó», responde Rivas aludiendo a un cartucho de rifle.

En concreto, el guardia civil Rubén Villalba aparece señalado por la UCO como el responsable de tramitar la licencia para disponer de armas. Un apunte en su agenda con fecha de 27 de octubre de 2021 le incrimina. Dos meses después del safari, el agente anota: «Viajar a Navarra para licencia de armas para caza de Claudio. Avisar a Tecol [teniente coronel] el lunes de que pasará el viernes 22».

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