Junqueras asumió que la república catalana nacería con una deuda de 200.000 millones

Oriol Junqueras
Oriol Junqueras, Gabriel Rufián y Ester Capella. (Foto: ERC)

La propaganda secesionista sostiene, de un modo bastante burdo, que en una Cataluña independiente «habrá helado de postre todos los días». Pero los estrategas del proceso de independencia eran mucho más realistas: el equipo de Oriol Junqueras en la Conselleria de Economía admitía en sus informes internos que una hipotética república catalana nacería con una deuda pública próxima a los 200.000 millones de euros. Es decir, una cifra que ronda el 100% del PIB de Cataluña, que fue de 223.139 millones de euros en 2017.

Uno de los informes intervenidos por la Guardia Civil al número 2 de Junqueras en el Departamento de Economía, Josep Lluís Salvadó, cuantifica en 35.000 millones de euros anuales la cantidad que la Generalitat necesitaría para gestionar los servicios básicos en una Cataluña independiente. Y sin embargo, admite, que en el mejor de los casos no lograría recaudar más de 15.000 millones de euros al año, por lo que el nuevo Estado registraría un importante déficit que le obligaría a endeudarse sin el respaldo de la Unión Europea.

El mismo informe admite que la república catalana nacería con una deuda pública de «entre 176.0000 y 202.000 millones de euros». Esta cifra es el resultado de sumar la actual deuda de la Generalitat (que supera los 80.000 millones), su parte proporcional de la deuda del Estado español y los recursos necesarios para poner en marcha nuevos servicios, como una Seguridad Social propia para garantizar el pago de las pensiones.

Todo ello, «sin mencionar la posible inseguridad jurídica que podría llevar a una fuga de inversiones, capitales y empresas que, en caso de producirse, deteriorarían enormemente estas estimaciones», apostilla la Guardia Civil en el informe que ha remitido al titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, Juan Antonio Ramírez Sunyer. Tal como ocurrió en Quebec tras la celebración de dos referéndums de independencia, y como ha ocurrido en Cataluña a lo largo del último año a causa de la inestabilidad provocada por la propia Generalitat.

1-O
La Guardia Civil analiza, en el informe remitido al juez, los documentos intervenidos a Josep Lluís Salvadó.

Según los documentos del equipo de Junqueras, la estimación de 200.000 euros de deuda pública se corresponde sólo con el escenario de una independencia pactada, en la que se realizaría un «reparto de activos y pasivos» entre la república catalana y el resto del Estado español.

Porque como ha informado OKDIARIO, la estrategia de los independentistas era otra: forzar una negociación con el Estado español (respecto a los plazos de la independencia) bajo la amenaza de dejar impagada los más de 80.000 millones de euros de deuda actual de la Generalitat.

Los documentos intervenidos por la Guardia Civil acreditan que, en contra de lo que sostenía su propaganda oficial, a los estrategas de la independencia les preocupaba el abismo económico al que se podía asomar una hipotética república catalana carente de respaldos internacionales.

El actual número 2 de Quim Torra en la Generalitat, Pere Aragonés, fue el encargado de realizar durante la pasada legislatura varios viajes para intentar despejar esta incertidumbre. Aragonés contactó con la agencia canadiense de calificación de deuda DBRS para que avalara el proceso secesionista, dado que las agencias más reconocidas, como Moody’s y Fitch, han dado la calificación de «bono basura» a la deuda de la Generalitat.

Aragonés pidió apoyo al Deutsche Bank

Pere Aragonés y el entonces conseller de Relaciones Exteriores Raül Romeva viajaron el 13 de diciembre de 2016 a Londres para pedir a representantes del Deutsche Bank y Morgan Stanley que facilitaran financiación para la futura república.

Un mes después, el 9 de enero de 2017, Aragonés viajó a Eslovenia para sondear a los responsables de Departamento de Asuntos Internacionales de aquel país sobre su apoyo al de proceso de independencia. El informe sobre dicho viaje intervenido por la Guardia Civil indica literalmente: «En el caso de Cataluña las incertidumbres son muy elevadas: nos recomiendan hablar bien con los bancos porque muchos bancos comerciales probablemente no querrán trabajar con nosotros ni concedernos nuevo crédito».

Y a continuación señala lo siguiente: «Las autoridades eslovenas e importantes asesores externos estarían absolutamente dispuestos a ofrecer a Cataluña asistencia técnica en la implementación del Banco Central».

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