La Conferencia de Múnich vuelve a convocar a las potencias para lograr el alto el fuego en Libia

Libia
Bombardeo en un centro de inmigrantes en Libia (Foto: AFP)
  • Antonio Navarro Amuedo | atalayar.com

Una nueva oportunidad para la paz. Este domingo la Conferencia de Seguridad de Múnich abordará la situación libia con el encuentro de ministros de exteriores de las principales potencias –habrá representación de EEUU, Rusia, Turquía, Italia o Francia-, y toma así el testigo del proceso abierto con la conferencia de Berlín a finales de enero.

El objetivo de este foro de debate será a los poderes mundiales a implementar el alto el fuego permanente en el país magrebí. Este miércoles el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptaba una resolución reclamando una operación multinacional para garantizar el alto el fuego permanente en Libia. La resolución, recoge Reuters, llama a un inmediato alto el fuego, el fin del suministro de armas a ambos bandos, cumplimiento del embargo de armas y la retirada de mercenarios, así como el rechazo a la interferencia de otros Estados en la crisis libia. Además, Naciones Unidas hizo un llamado a todos los países y actores internacionales participantes en la Conferencia de Berlín en Libia los pasados 18 y 19 de enero.

Este sábado el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, se ha referido desde Múnich a la situación en Libia para acusar a las fuerzas del mariscal Haftar, hombre fuerte del país y líder del Ejército Nacional Libio, de violar el alto el fuego. Ankara lleva enviando personal militar y mercenarios a Libia en apoyo del gobierno de Fayez Sarraj desde hace varios meses. El 29 de enero pasado, como relató Atalayar, dos buques de guerra turcos, el Gaziantep y el Qediz, acompañados por un helicóptero, llegaron de madrugada al puerto de Trípoli.

Además, las declaraciones del canciller turco en Alemania se producen solo horas después de que se registraran multitudinarias manifestaciones por las principales ciudades libias para reclamar el fin de la injerencia turca en el conflicto y la salida de los mercenarios y terroristas que combaten a las órdenes de Erdogan, y en apoyo de las fuerzas del Ejército Nacional Libio.

Heiko Maas, ministro de Exteriores de Alemania, país anfitrión, ha saludado el “momento” creado para la plasmación al fin de un alto el fuego duradero en Libia. “La decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha supuesto un respaldo para la conferencia de Berlín después de largas y difíciles negociaciones… La semana pasada, los comités militares de las partes en el conflicto mantuvieron sus primeras negociaciones directas sobre el alto el fuego”.

“Este domingo, aquí en Múnich, tendremos el primer encuentro de ministros de exteriores del proceso de Berlín, para discutir los mecanismos de monitoreo e implementación de las conclusiones”, añadió, en declaraciones recogidas por la agencia Anadolu.

Desde este viernes 35 jefes de Estado y 500 representantes políticos de alto nivel están abordando los principales problemas que afectan a la seguridad mundial, con Libia y Yemen en lo más destacado de la agenda. El lema de la edición de este año es ‘Westlessness’, un neologismo inglés que puede traducirse como «ausencia de Occidente».

Justamente este mismo sábado el secretario de Estados de EEUU, Mike Pompeo, ha rechazado durante la Conferencia la idea de una «crisis de Occidente» y las críticas a su país, en especial la de que la administración actual pone en cuestión la idea de una comunidad internacional.

Pompeo dijo, como recoge Efe, que en los últimos años se ha encontrado con declaraciones de líderes de países democráticos que dudan del compromiso de EEUU con el multilateralismo y con la OTAN e incluso con la idea misma de una comunidad internacional.

“Erosión de la diplomacia”

Al término de la primera jornada los participantes constataron una “erosión de la diplomacia”, así como una crisis del multilateralismo y un renacer en diversas partes del mundo de tendencias autócratas, recoge EFE.

Según el presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, en su discurso de inauguración en la capital bávara, se viven tiempos en los que incluso «la idea de una comunidad internacional está siendo puesta en duda». «No es un pensamiento nuevo, se trata de un regreso al pasado que es altamente peligroso», dijo Steinmeier.

Posteriormente, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelossi, instó a defender los valores democráticos y a combatir «las fuerzas autócratas que intentan socavar la democracia», en declaraciones recogidas por Efe.

Según Steinmeier, muchas crisis actuales, como la anexión de Crimea por parte de Rusia o la actitud de China ante sus minorías, «nos devuelven a épocas en las que cada quien buscaba su seguridad a costa de los otros».

»El ideal de una cooperación internacional para un mundo pacífico se aleja y lo que vivimos es la lucha entre las grandes potencias», dijo Steinmeier, quien ve actualmente «tendencias destructivas en la política internacional».


Para Steinmeier, la alianza transatlántica es insustituible, pero a la vez advirtió de que Europa «sólo podrá mantener a EEUU en la OTAN si hace lo posible para garantizar su propia defensa», recogió Efe.

Steinmeier defendió la meta de elevar el gasto militar de los países aliados al 2% del PIB y los esfuerzos por conseguirla, pero advirtió de que esto no será suficiente para hacer frente a la erosión de la democracia. «Aunque todos los países de la OTAN tuvieran un gasto militar por encima del 2% del PIB, habría problemas sin resolver. La erosión de la democracia no se combate con más carros blindados», señaló.

Complejidad planetaria

Otro de los temas recurrentes en la jornada del viernes fue el aumento de la complejidad del mundo, que ya en su discurso inaugural había abordado el citado Steinmeier. Posteriormente, en un debate, el canciller austríaco, Sebastian Kurz, comparó la situación actual con la de del final de la Guerra Fría en Europa, cuando, al menos en Occidente, pronto se vio cuál de los dos sistemas era más beneficioso.

«En Alemania en el oeste las cosas marchaban mejor que en la RDA, y nosotros en Austria estamos contentos de pertenecer al mundo occidental y no sufrir el destino de los países del bloque oriental», dijo. «Ahora, en cambio, la gente, cuando abre los periódicos, lee que el mayor crecimiento económico no se da en la UE, sino en China», agregó en declaraciones recogidas por Efe.Lo que ha cambiado, dijo Kurz, en alusión a China, «es que ahora sabemos que otros sistemas pueden ser también exitosos económicamente, y eso es algo que representa un desafío para nosotros».

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