No apto para turistas: este es uno de los restaurantes más típicos de Madrid, pero su plato estrella no es para todos

Madrid tiene restaurantes con estrellas Michelin de todo tipo y locales de lo más internacionales. Por suerte, también queda hueco para algún bar y taberna de los más castizo.
Entre tanta cocina de vanguardia, hay barrios de toda la vida donde resisten bares espectaculares. Uno de ellos es Freiduría Nucita, el lugar perfecto si quieres comer entresijos o gallinejas.
Esta taberna vallecana no se ha hecho famosa por redes sociales ni por tener platos llenos de emulsiones. Sin embargo, tiene raciones muy generosas, un trato familiar y un horario perfecto.
Dónde comer el plato más castizo de Madrid
Las gallinejas y los entresijos son un plato que todo buen madrileño debe venerar, pero que fuera de la capital recibe bastante rechazo. Básicamente son vísceras de cordero fritas.
Aunque las nuevas modas han provocado que hayan estado muy cerca de desaparecer, todavía hay locales como Freiduría Nucita que se han especializado en ellas.
Este bar está ubicado en la avenida de Pablo Neruda, en Puente de Vallecas, por lo que es una opción perfecta si quieres disfrutar de un ambiente madrileño sin tener que ir al centro.
Nuestra recomendación es que reserves con antelación, ya que a hora punta suele llenarse. La buena noticia es que abre todos los días excepto los lunes, así que será muy fácil que encuentres un hueco para ir.
El bar de Vallecas con los platos madrileños más castizos
Seguro que alguna vez te has encontrado en la situación de que tú quieres probar unas buenas gallinejas, pero tus amigos no están tan por la labor de probarlas.
En Freiduría Nucita van a quedarse sin excusas, ya que también preparan otros manjares clásicos de Madrid. Por ejemplo, no puedes irte sin probar las patatas bravas o los calamares.
Otro factor a tener en cuenta son los precios populares y, sobre todo, que todas las raciones tienen un tamaño considerable.
La opinión de los madrileños sobre el mejor bar para tapear
Más allá de la fama que se ha ganado con el paso de los años, una prueba de que este bar reúne todas las condiciones, para convertirse en tu punto de referencia en Madrid es la opinión de los clientes.
«Los entresijos están bien fritos, ricos y crujientes. Los tercios también tienen muy buen precio y, por último, los calamares están buenos», resumía un comensal.
Otro cliente se mostraba en la misma línea: «Todo estaba muy bueno. Las bravas deliciosas, las gallinejas exquisitas sin nada de grasa. Además, el servicio es excelente».
Qué son las gallinejas y los entresijos: la casquería más tradicional de Madrid
Las gallinejas y entresijos no son para todos los públicos. Y menos para quienes se deja llevar por las apariencias. No son fotogénicos, no tienen nombres refinados y no forman parte de ninguna moda.
Pero quien los prueba, repite. La clave está en que tienen un sabor intenso, una textura muy crujiente y el punto exacto de sal, para convertirlos en adictivos. Por ello, triunfan tanto en tapas como en bocadillos.
Para ser exactos, se trata de casquería de cordero, concretamente de las tripas (gallinejas) y del mesenterio (entresijos) del animal.
Cocinarlos es relativamente sencillo. Lo principal es limpiarlos a fondo, enrollarlos y freírlos hasta que queden dorados. Aunque tienen años de historia, alcanzaron su máxima popularidad en las verbenas del siglo XX.