Un PSOE desquiciado ante Feijóo propone otro Estatuto para un «país» gallego con «identidad nacional»
Como sus compañeros del País Vasco y Cataluña, los socialistas gallegos no quieren quedarse atrás y dan un paso en la evolución que todas las marcas del PSOE están experimentando hacia posturas más próximas a las de los partidos nacionalistas e independentistas. El programa electoral del PSdG recoge el impulso que su líder, Gonzalo Caballero, ha imprimido a la formación tras declararse abierto a que Galicia sea reconocida también como nación en la futura reforma de la Constitución que defiende el PSOE. Así, el PSdG propone «un Estatuto de País» [sic] que «reconozca la identidad nacional gallega».
En su primera comparecencia pública tras el verano de 2017 se le preguntó al entonces líder del PSOE, Pedro Sánchez, cuántas naciones tenía España y el socialista respondió: «Todas las naciones son España. No tengo dudas de que el País Vasco y Cataluña lo son». Días después, en un desayuno informativo añadió a Galicia entre las comunidades autónomas que «han manifestado su vocación de ser nación».
La realidad es que Galicia lleva gobernada por el PP con mayoría absoluta desde 2009 y la formación que preside Alberto Núñez Feijóo nunca ha defendido el reconocimiento de Galicia como nación. Pero, a diferencia del PP, el único partido que lleva en sus siglas la E de España sí ha evolucionado en su concepto de lo que es una nación y del número de naciones que hay en España.
El último en hacerlo, siguiendo la estela del PSC en Cataluña y del PSE en el País Vasco, es el PSdG bajo el liderazgo de Caballero, que no está dispuesto a quedarse atrás en esta carrera. «Galicia es una nacionalidad histórica, que es como está definida en la Constitución, y cualquier avance hacia una configuración en la que las nacionalidades históricas pudiesen reconocerse como naciones exigirá que Galicia así lo sea», explica el candidato de Sánchez a las elecciones del próximo domingo.
El programa de los socialistas propone la redacción de un nuevo Estatuto de autonomía que «responda a la voluntad de la ciudadanía, pero también al resultado de una historia, de un territorio, de una cultura y de una lengua singulares». En definitiva, «un Estatuto de País» que «reconozca la identidad nacional gallega», puede leerse en la página 43, dedicada al «impulso del autogobierno».
De esta forma, los socialistas gallegos aproximan posturas con los independentistas del Bloque Nacionalista Gallego (BNG), socio de investidura de Sánchez y al que necesitarían para gobernar la Xunta en el caso de que Feijóo no consiguiera revalidar por cuarta vez consecutiva la mayoría absoluta.
En brazos del BNG
Para contar con los dos votos del BNG en el Congreso de los Diputados, el PSOE pactó con el BNG impulsar «las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de los sentimientos nacionales de pertenencia», así como «teniendo en cuenta el actual estatus de Galicia, Euskadi y Cataluña, como nacionalidades históricas, comprometerse a que cualquier modificación de la estructura del Estado, asegurará a Galicia el mismo estatus que las otras dos».
En su programa electoral, el BNG considera que el modelo autonómico es insuficiente «para dar salida a las aspiraciones políticas de una nación que quiere ejercer como tal» y afirma que no es posible «buscar una solución real» a los problemas de Galicia sin «la superación del marco político e institucional vigente». Por tanto, como Bildu en el País Vasco y ERC y JxCAT en Cataluña (a quienes hace un reconocimiento explícito en su programa), el independentismo gallego defiende que el «nuevo marco político» debe ser el resultado del ejercicio del «derecho de autodeterminación».
Todas las encuestas previas a las elecciones del domingo coinciden en que el PSOE gallego sólo tiene una opción de acceder a la Presidencia de la Xunta: que Feijóo no revalide su mayoría absoluta. Y en ese caso, los socialistas no tendrán más remedio que asumir como aliados a los independentistas declarados del BNG. Que Galicia sea reconocida como nación no será un obstáculo para el entendimiento.
Sin opciones en las urnas
Según el sondeo de Hamalgama Métrica para OKDIARIO, el PSdG-PSOE quedará a 25 escaños del PP, que revalidará la mayoría absoluta con 42 escaños. Los socialistas aumentan su representación en 3 diputados respecto a 2016. Sin embargo, la formación liderada por Gonzalo Caballero no logra capitalizar el hundimiento de Podemos, que perderá hasta 11 escaños y pasará a ser la cuarta fuerza política en Galicia. Sólo el 13,4% de los votos que recibirán los socialistas procederán de la marca de Pablo Iglesias en la región. Y no llegan al 20% los nuevos votantes o abstencionistas de 2016 que, decididos ahora a votar, apostarán por el PSOE.
La fidelidad de los votantes socialistas no es tan robusta como la del PP. Un 2% de quienes confiaron en el PSOE en 2016 votarán el domingo a Feijóo (un trasvase de votos que no se produce a la inversa), un 5,5% a los independentistas del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y el 12,2% se irá a la abstención, que en toda Galicia subirá dos puntos respecto a la de hace cuatro años.