TV3 desea por Navidad que los jueces que condenaron a los golpistas «se ahoguen con el turrón»

La televisión pública catalana TV3 ha emitido este miércoles una macabra felicitación por Navidad, demostrando que ni en los escenarios más a priori apolíticos sus caras públicas son capaces de dejar a un lado el adoctrinamiento constante en favor del delirio independentista.

En el mensaje de despedida en su edición del día 23 del programa ‘Està Passant’ (‘Está Pasando’), de la principal cadena del ente audiovisual catalán, el presentador del espacio, el conocido Toni Soler, se colocaba en primer término ante la cámara, rodeado de dos de sus colaboradores, para dar un mensaje en el que nada menos que deseaba que los jueces que condenaron a los golpistas en el juicio del ‘procés’ se «ahoguen con turrón de Alicante». Era su petición en TV3 por Navidad.

Soler comenzaba su alocución tirando del argumentario y lenguaje típico de los separatistas, a pesar de hacerlo desde la televisión pública de todos los catalanes, y enviaba «un recuerdo muy especial para los presos políticos, para los exiliados, para la gente que volverá a pasar la Navidad en la cárcel o en el exilio. «Pensamos en vosotros», ha dicho.

Y, a continuación, daba rienda suelta a sus oscuros deseos: «Y a los jueces y políticos que tienen la culpa, a ver si se ahogan un poco con el turrón de Alicante. Al resto, ¡buenas fiestas!». Mientras lo decía, para que no hubiera dudas, hacía el gesto de estrangularse el cuello jugando a mostrar un ahogamiento.

Esta ha sido la singular felicitación por Navidad de una de las estrellas de la televisión pública catalana, TV3, Toni Soler, cuyas salidas de tono son toda una tradición. Ya tiene experiencia en sus invectivas contra la Justicia española: hace apenas un par de años ya hacía otro llamamiento público al odio contra los jueces, al preguntarse públicamente «¿Querer que un tráiler atropelle sucesivamente a todos los miembros del Supremo es delito de odio?». Fue un mensaje que publicó en sus redes sociales tras la decisión de este órgano de mantener en prisión, entonces de forma provisional, al golpista Oriol Junqueras.

También mostró toda su personal inquina contra la Policía como cuando, poco después, llamó «criminales» a los agentes que acudieron a Barcelona a manifestarse por la equiparación salarial.

Precisamente, por uno de sus ataques contra los agentes, en este caso, por insultar a los Mossos d’Esquadra a los que calificó de «putos perros», fue llamado a declarar ante el juez este mismo año. Según informó el mes de marzo el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el juzgado tiene abiertas unas diligencias por una denuncia de la Fiscalía de Barcelona, por un presunto delito contra las instituciones del Estado. En su denuncia, la Fiscalía recogió el diálogo del ‘gag’ del programa emitido el 16 de octubre de 2019, en el que participaron Soler y los dos colaboradores denunciados emitido en medio de una semana marcada por las protestas y altercados por la sentencia del 1-O.

Estrella subvencionada

Sin embargo, o tal vez precisamente por este estilo agresivo contra los garantes de la legalidad, Toni Soler no sólo es uno de los rostros estrella de la televisión pública catalana sino que la propia Generalitat riega con dinero público a su productora, Minoría Absoluta, que es, además, la productora de ‘Todo es mentira’, el programa de Risto Mejide en Cuatro.

Minoría Absoluta es la creadora de dos de los programas clásicos de TV3: ‘Polònia’ y ‘Crackòvia’. Y por esos contenidos de forma prioritaria la productora ha facturado, tal y como informó OKDIARIO, 64 millones de euros entre 2005 y 2016 a la polémica televisión pública catalana que ha divulgado el separatismo y defendido los golpistas del 1-O. Según explicó este mismo medio, los beneficios de la productora se destinaban a la fundación del diario, también independentista, Ara.

Pese a estas prácticas que le han deparado pingües beneficios por su cercanía a los líderes separatistas, Toni Soler ha difundido ideas diferentes y ciertamente singulares desde su posición, como la de hundir la economía como método para acabar logrando la independencia de Cataluña. Pocos días después del referéndum ilegal de independencia del 1-O, Toni Soler concedía a un digital catalán una entrevista en la que opinaba sobre los próximos pasos que debía dar el movimiento secesionista catalán. Y se mostraba tajante al afirmar: «Europa sólo nos hará caso si perjudicamos intereses económicos importantes». «El soberanismo ha tendido mucho a la estética y a la revolución de las sonrisas, pero ha llegado un momento en que se tiene que enfangar y no huir del juego sucio», recetaba Toni Soler públicamente.