Sánchez teme fuertes ataques el 10-N en Cataluña y multiplica los policías desplazados hasta los 4.000 agentes

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Mossos y Policía Nacional durante una carga conjunta.
Carlos Cuesta

La Policía ha alertado de que la gravedad de los posibles ataques en Cataluña el fin de semana electoral del próximo 10 de noviembre puede ser notable. De los 400 agentes enviados inicialmente por el Ministerio del Interior a esta comunidad autónoma para proteger la jornada de reflexión y el día de las elecciones generales, el 10-N, se ha pasado a nada menos que 4.000, contando con Policía y Guardia Civil.

La cifra es reveladora del miedo existente a ataques organizados y a maniobras de sabotaje de las jornadas electorales del fin de semana. Tanto que el colectivo policial desplazado es incluso más del doble de los agentes enviados para controlar los disturbios y el terrorismo callejero tras la publicación de la sentencia del juicio del 1-O.

En estos momentos se están destinando camino de Cataluña o han sido ya enviadas en los últimos días un total de 1.500 agentes de las UIP (Unidades de Intervención Policial de la Policía Nacional). Además se han destinado otros 450 efectivos de las UPR (Unidades de Prevención y Reacción de la Policía Nacional). Todos ellos forman parte de los colectivos que tradicionalmente se denominan como antidisturbios.

El Ministerio de Fernando Grande-Marlaska, tras asegurar que en Cataluña existe una plena normalidad, también ha tomado la decisión de sumar a este contingente otros colectivos: en concreto un envío de 2.400 agentes de los GRS de la Guardia Civil (Grupos de Reserva y Seguridad). Igualmente se trata de cuerpos especializados en el control antidisturbios.

Es decir, que el colectivo de agentes nacionales extra diseñado para combatir los intentos de sabotaje en Cataluña durante el fin de semana electoral superará los 4.000 efectivos y alcanzará en total los 4.350 efectivos.

Hay que recordar que el contingente diseñado para controlar los ataques tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O sumó en total 2.000 agentes entre Policía Nacional y Guardia Civil.

Violentos identificados

Ya contamos que los Mossos y los policías nacionales destinados a Cataluña han detectado ya los planes de los Comités de Defensa de la República (CDR) para sabotear la jornada electoral del 10 de noviembre y evitar la llegada a las urnas de los votantes constitucionalistas. Un plan que incluye desde la violación de la jornada de reflexión, hasta la ocupación de centros escolares e, incluso, la destrucción de papeletas de votación de partidos como PP, C’s o Vox.

Los Mossos no sólo han detectado ese plan e, incluso identificado a algunos de quienes lo coordinan estos días, sino que, además, han elaborado ya una estrategia de respuesta policial para evitar que el sabotaje triunfe en plena celebración de unas elecciones generales.

Este plan, según confirman fuentes policiales catalanas a OKDIARIO, se ha apoyado en el elaborado el 1 de octubre de 2017. Pero con un matiz sustancial: aquel plan no se cumplió porque los mandos políticos de los Mossos no quisieron que se cumpliera.

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