La regla que aplica el PSOE convierte en «tránsfuga» a Batet: ha votado 4 veces en contra del partido
Batet votó en contra de la posición de su partido en tres iniciativas sobre el "derecho a decidir" en Cataluña
También desacató la orden de la Gestora del PSOE en la famosa votación de la investidura de Rajoy en 2016
Batet incumplió el reglamento del Congreso que le obliga a comprobar el voto telemático con el diputado
El argumentario que está empleando el PSOE estos días para tachar de «tránsfugas» y «traidores» a los dos diputados de UPN que rompieron la disciplina de voto de su partido en la votación de la reforma laboral convertiría a la presidente del Congreso, la socialista Meritxell Batet, en lo mismo, puesto que en cuatro ocasiones se ha desmarcado de la línea del partido desde su escaño.
El PSOE ha salido con toda su artillería a desprestigiar a los diputados de UPN Sergio Sayas y Carlos García Adanero -contrarios a respaldar a un Gobierno que se apoya en Bildu- para tapar así la nefasta negociación de la reforma laboral con el resto de grupos, pues finalmente salió convalidada por un error del diputado del PP Alberto Casero, que Batet se negó a corregir pese a la solicitud de los populares.
Sin embargo, por la misma regla de tres, los socialistas tendrían ahora nada menos presidiendo el Congreso a una diputada «tránsfuga», según su propio rasero. Y es que Batet votó en contra de la posición de su partido en tres iniciativas de la X legislatura sobre el «derecho a decidir» en Cataluña y en la famosa votación de la investidura de Mariano Rajoy (PP) en la XII legislatura.
En aquella votación del 29 de octubre de 2016, horas después de que Pedro Sánchez renunciara a su escaño, Meritxell Batet fue uno de los 15 diputados del Grupo Socialista que votaron ‘no’ saltándose la disciplina de voto de la gestora, que había sido acordado abstención. De hecho, hasta Adriana Lastra, estrecha colaboradora de Sánchez, y a la postre, vicesecretaria general de los socialistas, votó abstención «por imperativo».
Lastra es hoy una de las principales voces de Ferraz que está denigrando a Sayas y García Adanero por desmarcarse del voto fijado por su partido, lo mismo que hizo entonces su compañera Meritxell Batet. De hecho, Sayas ha anunciado el registro de un acto de conciliación con Lastra por decir que el PP les «compró». ¿Quién compró a Batet aquel 29 de octubre de 2016?
Asimismo, en la legislatura de 2011-2016, hay otras tres iniciativas en las que Batet, diputada del PSC por Barcelona, no siguió las órdenes de su grupo parlamentario. Las tres votaciones estuvieron relacionadas con la apuesta por el «derecho a decidir» en Cataluña, esgrimido por los separatistas, y la celebración de un referéndum de autodeterminación pactado, planteado por los comunistas. Meritxell Batet dio su apoyo explícito a ambas cuestiones en sendas propuestas de CiU y La Izquierda Plural y lo hizo de manera implícita en otra tercera votación forzada por UPyD contra la «falacia del derecho a decir».
Cabe destacar que en estas tres votaciones, Batet se descolgó de lo votado por la mayoría del Grupo Socialista y por el entonces diputado raso, Pedro Sánchez, actual presidente del Gobierno, que le nombró luego ministra de Política Territorial (2018-2019) y la propuso para la Presidencia del Congreso.
Así, en febrero de 2013. Meritxell Batet rompió la disciplina de voto del Grupo Socialista -junto a otros 13 diputados del PSC- en sendas propuestas de resolución de CiU y La Izquierda Plural (IU-ICV/EUiA-CHA) con motivo del Debate sobre el estado de la Nación celebrado aquel año en el Congreso.
En concreto, la iniciativa de los nacionalistas catalanes llevó por título: A favor de acordar la celebración de una consulta en Catalunya. Mientras que la de La Izquierda Plural, con el actual ministro de Consumo, Alberto Garzón, ya en sus filas, exigía en su parte dispositiva que «el Congreso de los Diputados instara al Gobierno a «negociar con las fuerzas parlamentarias de Catalunya la celebración de un referéndum que permita conocer la voluntad de la ciudadanía de Catalunya sobre su futuro político, utilizando los mecanismos legales previstos». Ninguna de las dos iniciativas salió adelante para disgusto de la tránsfuga Batet y del actual secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, también entonces diputado del PSC.
Multa de 600 euros
El Grupo Socialista, dirigido entonces por Alfredo Pérez Rubalcaba, multó con 600 euros a los 14 diputados del PSC, incluida la ex ministra Carme Chacón, que había optado por no participar en la votación.
La tercera votación en discordia se produjo varios meses después, en octubre de 2013. Fue a raíz de que UPyD presentara una moción contra el «derecho a decidir» para que los diputados del PSC se retrataran en la Cámara baja. La líder magenta, Rosa Díez, argumentó que había llevado dicha iniciativa al Pleno para que se dejasen «las cosas claras» ante tanta «confusión» y frente a la «falacia» que suponía la pretensión de una consulta soberanista en Cataluña. Tanto PP como PSOE votaron a favor de esa moción de UPyD, mientras que 12 diputados del PSC se abstuvieron y otros tantos de distintas circunscripciones del Grupo Socialista no participaron en la votación. Fue el caso de Batet, que no emitió ningún voto en otro guiño más a los soberanistas.
En este caso, la dirección del grupo parlamentario de Rubalcaba y la hoy eurodiputada de Cs Soraya Rodríguez fijó para los indisciplinados del PSC la sanción mínima que preveía el reglamento: una «amonestación verbal» para que no volviera a ocurrir.