Rebelión en el PSOE valenciano: la Ejecutiva pide a Puig que cese a Montón por el caos sanitario

Montón
La consejera de Sanidad valenciana, Carmen Montón. (Foto: EFE)

Miembros de la Ejecutiva del PSOE valenciano (PSPV) han pedido a su secretario general y presidente del Gobierno regional, Ximo Puig, que cese a la consejera de Sanidad, Carmen Montón, por la nefasta gestión que está llevando a cabo y que ha puesto a los servicios sanitarios valencianos al borde del colapso. La consejera está cuestionada por todos los colectivos profesionales y agentes sociales, que ven como la Sanidad valenciana sufre una pérdida de calidad creciente que amenaza la propia sostenibilidad del sistema de salud regional.

Fuentes del máximo órgano de dirección de los socialistas valencianos han confirmado a OKDIARIO que Puig tiene sobre la mesa esta petición, junto con la solicitud de cese del consejero de Educación, Vicent Marzá. “O el presidente y secretario general del partido suelta lastre o nos van a hundir a todos”, indica uno de los miembros del núcleo duro del PSPV.

Montón se postulaba para suceder a Puig al frente del PSOE valenciano en la primera etapa de Pedro Sánchez como secretario general del partido nacional. Su cercanía con el líder socialista le situaba en un lugar de privilegio frente al presidente autonómico, que estaba en el bando de Susana Díaz. Con la victoria de Sánchez en las primarias la consejera de Sanidad aspiraba a entrar en la Ejecutiva nacional del partido, pero no lo logró. A partir de entonces su objetivo era formar parte del máximo órgano de dirección del socialismo valenciano, una meta que tampoco consiguió en el Congreso que celebró el PSPV el pasado julio, a pesar de situarse junto a Puig en casi en cada foto y acompañarle en paseos matutinos y bolos nocturnos por las sedes del PSOE de la Comunidad Valenciana en los últimos meses.

En el seno del PSPV no sorprende esta falta de confianza en la capacidad de Montón por parte de los máximos responsables del partido ya que su gestión ha puesto a la Sanidad valenciana en una difícil situación en la que se duda incluso de que el sistema de salud regional pueda evitar el colapso. Sindicatos, profesionales sanitarios, pacientes y hasta el Defensor del Pueblo han llenado con sus críticas casi cada día páginas enteras de los medios de comunicación y millones de menciones en las redes sociales.

Las causas: interminables listas de espera (hasta 12 horas en Urgencias), mala planificación del personal (ambulancias nocturnas se quedan en el garaje por falta de efectivos), habitaciones con tres y hasta cuatro pacientes y centros de salud sin aire acondicionado a más de 35 grados en los que los enfermos tienen que llevar sus propios ventiladores, mientras la calle de la Consejería se cortaba al tráfico para cambiar la refrigeración de los despachos de Montón y su equipo. Todo ello sin olvidar la persecución contra los centros públicos de gestión privada (que liberan recursos para los demás hospitales) y los impagos a las farmacias, que alcanzan ya  los 200 millones de euros y que dificultan el suministro de medicamentos.

Estos son sólo algunos ejemplos de lo que ha sucedido en las últimas semanas y que ha provocado que los ayuntamientos de Valencia, Alicante y Castellón se hayan levantado en armas este verano contra la consejera de Sanidad ante la que sin duda ha sido la campaña estival más desastrosa para la atención sanitaria en una de las comunidades autónomas más turísticas de España.

“La pregunta que todos se hacen es: “¿Qué hace Ximo Puig que no cesa a Carmen Montón?”. Le ha demostrado es que no es de fiar porque se arrima al sol que más calienta, en Madrid o en Valencia, que toma decisiones sin consultar al presidente y, además, ningún colectivo dice nada bueno de ella: se ha enfrentado con los farmacéuticos, con el personal de las ambulancias, con los profesionales de las concesiones sanitarias y los de hospitales como el General de Valencia y el Provincial de Castellón, con el colectivo de Enfermería y hasta con los sindicatos que, más allá de cuestiones ideológicas, han denunciado la falta de especialistas, recortes salariales y condiciones de trabajo tercermundistas en algunos centros”, señalan fuentes sanitarias valencianas..

En la Generalitat la sensación general es que Carmen Montón “está quemada” y que Puig se verá obligado a sustituirla para evitar que todo el Consell vuele en pedazos.  “Ximo Puig debe empezar a arreglar su casa por dentro para intentar luego reparar los destrozos en el exterior, como los impagos, colectivos sociales abandonados, decenas de pleitos con los colegios concertados o las denuncias por las imposiciones lingüísticas al estilo nacionalista”, señala un miembro de la Ejecutiva regional socialista.

La Sanidad, y también la Educación, son las dos áreas que han carcomido lo poco bueno que haya podido hacer el Gobierno valenciano en media legislatura. Y se aproximan tiempos difíciles. Como en el otoño valenciano con su gota fría, las turbulencias políticas empiezan a hacer mella en los pactos endebles de la izquierda a medida que se acercan las próximas elecciones municipales y autonómicas. Podemos elegirá próximamente a su nuevo portavoz en el parlamento valenciano mientras bloquea proyectos de los socialistas y Compromís intensifica su vertiente nacionalista, con los ojos puestos en Cataluña como modelo a seguir y enfrentándose con el PSOE más centrado.

Al presidente valenciano le espera un largo y difícil curso político. “Debería soltar lastre”, insisten fuentes del ejecutivo de Puig, dirigiendo su mirada a Montón y al consejero de Educación, Vicent Marzà, “o nos hundirán a todos”.

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