Crisis del coronavirus

Podemos quiere ahora la ayuda del Ejército: pide formar a los militares en la lucha contra el virus

Podemos quiere ahora la ayuda del Ejército: pide formar a los militares en la lucha contra el virus
Podemos quiere que el Ejército se forme para una próxima pandemia

Desde sus comienzos, Podemos ha repudiado al Ejército español. Su líder, Pablo Iglesias, le acusó hace unas semanas de estar confabulado en un supuesto golpe de Estado promovido por «la derecha» y catalogó a los militares entre los servicios «no fundamentales». Sin embargo, y debido a la segunda ola del coronavirus que golpea a España, los morados exigen ahora los profesionales de la milicia sean formados para hacer frente a la pandemia.

Podemos ha registrado una proposición no de ley (PNL) en el Congreso de los Diputados en la que aseguran que la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 ha supuesto un sobre esfuerzo para el conjunto del Sistema Nacional de Salud. Por ello consideran que los militares deben «contribuir» ya que, según sostienen en su petición, «no todas las unidades que se han desplegado tienen como misión habitual, la que han llevado a cabo en este nuevo entorno operativo, de singulares características y requerimientos». Creen por lo tanto que se debe determinar unas «líneas de formación para futuras intervenciones en escenarios semejantes».

La PNL insta al Gobierno del que forma parte a que «proceda a realizar los ajustes oportunos en la formación de las Fuerzas Armadas al objeto de mejorar su capacitación en la intervención en situaciones como la que ha dado lugar la operación Balmis».

Esta petición supone el reconocimiento de Podemos de la necesidad de la existencia del Ejército pero, además, pone de manifiesto su intención de desmilitarizarlo. Tanto es así que los morados reconocen que «los esfuerzos desarrollados en los últimos años para incrementar las plantillas de la Sanidad Militar están dando ya sus frutos, pero aún es necesario reformar el sistema y potenciar la participación de los ciudadanos en su consolidación y ampliación» para atender, sostienen en el escrito, «las demandas tradicionales de la defensa» a las que hay que añadir «los nuevos escenarios y amenazas con los que ha de enfrentarse la sociedad española, como son las epidemias y pandemias».

Desprecio de Iglesias

Esta misma semana unas declaraciones del vicepresidente Iglesias despreciaban la labor de la Policía Nacional y el Ejército asegurando que no son «fundamentales».

«Los trabajadores públicos van a ser fundamentales para seguir combatiendo una pandemia que nos está poniendo en una situación de riesgo no son policías ni militares, son médicas, enfermeros, profesores y trabajadores de los servicios públicos», declaró en una entrevista para TVE.

Con esta palabras, Pablo Iglesias menospreció a unas instituciones que han sido fundamentales durante los peores meses de la pandemia para las labores de desinfección de la vía pública y la construcción de hospitales adicionales, además de velar por la seguridad de los ciudadanos y el cumplimiento de las normas decretadas contra el coronavirus.

Cabe recordar la vital importancia de los militares durante la pandemia que llegaron a desinfectar hasta el 95% de las residencias de las que el vicepresidente Pablo Iglesias era responsable.

La desinfección de estas residencias, que se realizó mediante nebulizadores de antisépticos y otros sistemas adquiridos por las Fuerzas Armadas, fue clave para controlar el coronavirus en estos centros, tal y como admitió tanto el Gobierno como el Ministerio de Sanidad. Las provincias donde más actuaciones se realizaron fueron la Comunidad Valenciana, Madrid, Castilla y León y Andalucía.

Imprescindibles como rastreadores

El Gobierno ha encargado a 2.000 militares que asuman tareas de rastreadores de casos de Covid a petición expresa de las comunidades. Una tarea para la que han sido ya formados un buen número de esos efectivos, pero que ha sido recibida con cierta indignación en las Fuerzas Armadas: consideran que se les carga de atribuciones contra la pandemia mientras el Gobierno de Pedro Sánchez ignora sistemáticamente todas sus reivindicaciones laborales y salariales.

«Es una auténtica ganga para el Estado disponer de personal cualificado, versátil en capacidades de alta demanda en tiempos de crisis, disponible a cualquier hora, cualquier día de la semana todas las semanas del año, disciplinado, que cumple órdenes de forma natural… y encima barato, muy barato, puesto que es desde hace muchos años el personal peor pagado de la Administración», advirtió desde una de las principales asociaciones militares, ASFASPRO, representativa de los cuadros de suboficiales.

A pesar de las malas condiciones, los militares son ahora imprescindibles para cumplir el papel de rastreador que supone la detección temprana de aquellos casos de coronavirus que aún no han sido detectados.

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